¿Qué significa la vuelta de Draymond Green para Golden State Warriors?

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Recuperado de su lesión en el pie derecho, todo apunta a que Draymond Green tendrá sus primeros minutos de la 2020-2021 en el duelo de esta noche entre Golden State Warriors y Portland Trail Blazers. Un regreso esperado, no solo por los Warriors, sino por el ambiente NBA en general, ya que la vuelta de Draymond nos dará una idea más acabada del verdadero potencial del equipo de Steve Kerr.

El récord de 2-2 de Golden State tiene varios asteriscos, no solamente ligados a la baja de Green en esos cuatro juegos. Ha sido un inicio de temporada extraño para los de San Francisco, perdiendo por más de 30 puntos ante dos candidatos como Brooklyn y Milwaukee, para luego vencer sin demasiado lucimiento a rivales flojos como Chicago (con un triple de último segundo) y un Detroit aún sin victorias. Estadísticamente también van por los extremos. Son el equipo que más puntos por partido está recibiendo: 124,2. Están primeros en ritmo de juego: 109 posesiones. Figuran últimos en porcentaje de campo (39,9%) y tienen el peor diferencial de toda la competencia: -12,2 puntos por 100 posesiones.

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En resumen, un equipo que juega a un ritmo elevadísimo, pero que todavía no ha sido nada eficiente en esa velocidad y que a la vez, ha sufrido mucho más de lo esperado en defensa. De todas maneras, hay un detalle favorable en ese sentido: un cierto dejo de mala suerte en los porcentajes, si tenemos en cuenta que sus rivales han están lanzando un insostenible 44,2% en triples y que en el otro costado han sufrido un inicio de ¡1-21! de tres de parte de Kelly Oubre. Incluso podríamos decir que los números de Stephen Curry (31,8% desde el perímetro) también están destinados a ir mejorando.

Más allá de esa posible regularización de los porcentajes en ataque y defensa, el regreso de Green debería ayudar al equipo en algunas facetas claves, siempre y cuando veamos una buena versión del interior. La más obvia es la defensiva. Después de todo hablamos de un especialista en ese costado, que debería darle una seguridad mucho mayor al equipo que la que le daban Eric Paschall y Kelly Oubre como ala pivotes, más allá de que su regreso seguramente corra del quinteto abridor a Juan Toscano, quien venía siendo de lo más regular del equipo en el campo propio.

Por otro lado, si bien Draymond está muy lejos de ser un anotador, también se espera que sea de mucha ayuda para mejorar algunos de los defectos más marcados del equipo. Uno de ellos es el movimiento de balón: los Warriors están empatados con Dallas como los terceros equipos con peor promedio asistidor de la liga (21,5 por partido), mostrando a Curry como su único jugador productivo en ese sentido. Steph promedia 7 asistencias pero nadie más pasa de las 3 y solo un suplente como Brad Wanamaker supera las 2.

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Si tenemos en cuenta que Curry es también el único jugador por encima de los 17 puntos, que tenga toda la responsabilidad de generar juego para sus compañeros se vuelve una presión casi imposible de llevar durante un período extendido de tiempo. Con Green, Golden State recuperará a su mejor pasador, lo que a la vez debería liberar aún más a un Steph que ha sufrido demasiada atención de parte de las defensas rivales, permitiéndole recuperar esa amenaza constante en la ofensiva de cortinas indirectas.

Sin Green y sin buenos pasadores a su alrededor que puedan encontrarlo, esa parte del juego de Curry ha sufrido un claro bajón en este inicio de temporada. Solo el 14,7% de sus disparos están llegando tras una cortina indirecta y en ellos está anotando un flojo 0,88 Puntos Por Posesión. En contraste, en su última campaña completa (2018-2019) esos valores estuvieron en 20,1% y un extraordinario 1,29 PPP (segundo mejor de ese certamen).

Draymond con la bola en el poste alto, Curry moviéndose sin pelota y encontrando el espacio justo para poder sacar su lanzamiento repentino. Lo hemos visto miles de veces en el pasado y seguramente volveremos a verlo siendo parte integral del ataque de los Warriors, a partir de este viernes. ¿Alcanza para cambiar la ofensiva del equipo? Si a eso se lo acompaña con una mejoría lógica de Oubre y un Wiggins siendo capaz de sostener su producción de los últimos encuentros, puede que sí. Al menos contra unos Blazers (se enfrentan dos veces de manera consecutiva) que llegan a San Francisco con el segundo peor rating defensivo del torneo.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.