Aún con su gran victoria de este martes, los Detroit Pistons siguen teniendo el peor registro de toda la NBA: 6-18, empatados con los Timberwolves. Sin embargo, lo realmente curioso es que la calidad de sus pocos triunfos no podrían ser mejores. Antes del duelo de esta noche habían vencido a Boston, Phoenix, Philadelphia, Miami y a los Lakers, a quienes luego en la revancha pudieron llevar a un doble suplementario. ¿Qué hicieron? Dominaron de punta a los Brooklyn Nets y se impusieron por 122-111, llevándole a los de Steve Nash su tercera caída consecutiva.
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La historia para Brooklyn, más allá de la importante baja de Kevin Durant, es exactamente inversa a la de su rival: parecen encontrar motivación solamente contra los rivales de punta y subestimar a aquellos conjuntos del fondo de la tabla. Además de los Pistons, los neoyorquinos ya registraban derrotas frente a conjuntos teóricamente muy inferiores como Oklahoma City, dos caídas ante Washington, otras dos ante un Memphis repleto de ausentes y dos más contra Cleveland. Difícil de justificar para unos Nets desbordados de talento individual... aún cuando alguna de sus tres súperestrellas no es de la partida, como hoy.
Desde el primer momento se vio a un Brooklyn absolutamente letárgico y sin energía en defensa, sufriendo desconcentraciones realmente llamativas. Detroit ganó el primer cuarto por 38-26 y más allá de algún que otro acercamiento parcial, los de Casey no volvieron a ceder la delantera por el resto de la noche. Lo más preocupante para los Nets: jamás cambiaron la actitud, con la excepción de algún aporte de Bruce Brown en el campo propio. Cuando se acercaron fue por alguna seguidilla anotadora, pero nunca por haber doblado las rodillas en la marca.
Esta jugada, con menos de tres minutos transcurridos, resume la noche de la visita.
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— Detroit Pistons (@DetroitPistons) February 10, 2021
Los Pistons, un equipo que nadie va a confundir con una potencia ofensiva, no solo les terminó anotando 122 puntos, sino que además haciéndolo con un ¡56% de campo y 44,8% en triples! Porcentajes inaceptables para un equipo que pretende pelear por el título.
Claro que más allá de los errores de Brooklyn, hubo también muchos méritos de un Detroit que siempre parece dar la talla ante esta clase de compromisos. La gran figura de la noche fue Jerami Grant, quien igualó la máxima de su carrera (también lograda en esta 2020-2021) con 32 puntos, lanzando un 11-19 de campo y 4-8 en triples. Brooklyn jamás encontró una respuesta para frenar al ex Denver, quien dominó a todo defensor que se le pusiera en frente (sobre todo Harden).
The bank is open tonight 🏦 @JeramiGrant #NBAAllStar pic.twitter.com/w0ZUD76Hwv
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A su vez, también fue clave la tarea de Delon Wright y Mason Plumlee, quienes más allá de ocupar los dos extremos de la formación como el base y pivote titular, compartieron una misma virtud: vivieron en la pintura durante toda la noche, aprovechando la falta de protección del aro rival. Wright consiguió 22 puntos más 9 asistencias sin anotar un solo triple, mientras que Plumlee sumó 14 tantos, 12 rebotes, 7 asistencias, 2 robos y 3 tapones, ganándole claramente el duelo individual a un DeAndre Jordan en muy bajo nivel.
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Una cosa es que Brooklyn sufra ante pivotes como Embiid o Jokic, pero cuando los problemas ante un jugador de rol como Plumlee son mayúsculos, crece la alerta.
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Detroit ni siquiera precisó de una buena versión de Blake Griffin, quien apenas pudo aportar 9 puntos con un 4-11 de cancha. El que sí se destacó fue el novato Saddiq Bey, autor de 15 puntos con un perfecto 6-6 de cancha y 3-3 en triples, con un detalle clave: toda su producción llegó en el último cuarto, asegurando el triunfo local. Partidazo del ex Villanova, quien estuvo bien acompañado por el otro alero suplente del equipo, Josh Jackson (13 unidades).
En el ataque de los Nets aparecieron los sospechosos de siempre, con 27 puntos para Kyrie Irving y 24 más 12 asistencias para James Harden. Aunque con una diferencia grande entre ambos: Kyrie consiguió su producción tomando 28 tiros, mientras que Harden apenas tomó 14 y volvió a estar más concentrado en su faceta asistidora.
El problema es que ninguno de los jugadores a los que el ex Houston descargó estuvo particularmente certero: Brooklyn anotó apenas 11 triples, un número bajo para la NBA de hoy y fuera de Irving y Harden, nadie más pasó de los 10 puntos. ¿La consecuencia? Un decepcionante récord de 14-12 para los Nets.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.