Después de cinco partidos, Minnesota Timberwolves (2-3) posee una victoria más en su cuenta que Denver Nuggets (1-4), pero la realidad es que el comienzo de las dos franquicias en la temporada 2020-2021 está lejos de lo esperado y duele en una Conferencia Oeste en la que cada victoria cuenta.
Por eso es que con los dos equipos inmersos en una pequeña racha de derrotas, no hay mejor oportunidad para ambos que cortar con esto que ganándole a un rival en una situación similar. Este domingo se enfrentarán en Minnesota, a las 18 horas de CDMX y 21 horas de Argentina, y el martes lo harán en Denver a las 20 horas de CDMX y 23 horas de Argentina (televisado por DirecTV Sports en Argentina).
Aunque no terminen de levantar cabeza desde el juego, en el básquet no hay empates y uno al menos tendrá la posibilidad de sumar en su cuenta positiva. Aunque pensando a corto, mediano y largo plazo, tanto los Nuggets como los Wolves deben mejorar: sus objetivos para este año son distintos, pero son ambiciosos para los dos y por ahora no tienen tan claro el camino hacia ellos.
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Denver, que apenas pudo vencer a un debilitado Houston Rockets en esta temporada y que viene de perder contra Sacramento Kings y Phoenix Suns en sus últimos dos encuentros, de a poco ha ido recuperando a Jamal Murray y con él al funcionamiento de su quinteto titular, pero sufre de un pésimo rendimiento defensivo, de la falta de opciones consistentes por fuera de sus dos figuras y de una segunda unidad que suele complicar los partidos en lugar de ofrecer un recambio sólido.
Michael Porter Jr, ausente en el partido contra Phoenix luego de haber terminado con 30 tantos y 10 rebotes ante Sacramento, volverá a ser baja debido a los protocolos de salud y seguridad. Y Denver necesita que su reemplazante natural, Will Barton, le aporte más al equipo que los dos puntos que sumó contra los Suns con 1-7 de campo. Barton terminó siendo bastante importante en el cierre del partido, con los Nuggets en un camino a la remontada que se quedó corto, pero no sirve que juegue así durante solamente cinco minutos como tampoco su ineficiencia cuando queda como líder de la segunda unidad.
Además, a excepción de Monte Morris, los de Malone no muestran muchas más opciones ofensivas en el segundo quinteto: Facundo Campazzo suele ser apartado del balón en sus pocos minutos en cancha, PJ Dozier suma defensivamente pero toma varias malas decisiones con el balón en las manos y JaMychal Green e Isaiah Hartenstein son jugadores que están simplemente para terminar jugadas o para poner bloqueos. "Tengo que buscar algo con el banco, tenemos que tener mejor productividad y eficiencia de nuestro banco", manifestó el entrenador. ¿Más balones en manos de Morris y Campazzo? ¿Rotaciones distintas?
En cuanto a la defensa, recién ante los Suns Denver consiguió que un rival le anote menos de 110 puntos (Phoenix convirtió 106). Su rating defensivo de 116,2 puntos encajados cada 100 posesiones es el peor de la NBA y, además de por la falta de personal de primer y segundo nivel en ese aspecto, mucho pasa por la falta de esfuerzo y concentración: justamente ante Phoenix tuvieron pasajes en los que desde la defensa se impusieron sobre el rival, pero eso había sido casi inexistente en partidos anteriores. La falta de constancia durante los 48 minutos está siendo justamente una constante de este Denver, lejos de aquel que sorprendió en los últimos Playoffs estando entre la espada y la pared.
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Minnesota por su parte empezó la 2020-2021 ganándole a Detroit Pistons y Utah Jazz, aunque con dos actuaciones en las que los Wolves no habían mostrado algo espectacular ni una clara identidad. La victoria ante Utah terminó siendo pírrica, porque Karl-Anthony Towns, la estrella del equipo, se lesionó su muñeca izquierda y desde entonces no ha podido jugar, sin tener todavía un plazo claro de recuperación.
Entonces el viaje a Los Angeles para enfrentar a dos contendientes al título fue complicado para los dirigidos por Ryan Saunders, que perdieron por 36 tantos ante Los Angeles Lakers y por 23 frente a LA Clippers, pero lo realmente preocupante fue el 130-109 que encajaron en casa ante un Washington Wizards sin Russell Westbrook que hasta entonces no había ganado ni un partido. "Vamos 2-2, un buen récord, pero no muestra cómo estamos ahora. Somos peores que un 2-2", había dicho Ricky Rubio antes de la derrota contra los Wizards, por lo que las sensaciones ahora seguro son peores.
Así como los Nuggets, Minnesota también sufre defensivamente (tercer peor rating defensivo de la NBA con 114,9) y tiene en la protección del rebote defensivo y en el tiro (31,3% en triples) dos déficits importantes que se acrecientan sin Towns.
El entrenador Saunders todavía parece estar buscando el armado de su rotación, contando con múltiples opciones: mientras que Naz Reid cubre el puesto de Towns, Jake Layman y Josh Okogie comenzaron como titulares pero ahora Jarrett Culver y D'Angelo Russell tomaron su lugar. Malik Beasley, máximo anotador frente a Washington con 21 puntos, es el único jugador que ha sido titular en los cinco encuentros en el equipo que cuenta con el argentino Pablo Prigioni como asistente técnico.
Entre Beasley (17,8 puntos por partido) y Russell (16,6 tantos) se reparten la mayor cuota del juego ofensivo del equipo, mientras que el rookie Anthony Edwards, primer pick del último Draft, es un foco de ataque importante desde el banco: confían en él y se tiene confianza y anota unos 15,4 puntos por encuentro, siendo sorprendentemente el segundo jugador del equipo que más triples intenta cuando ese no es su fuerte (31,3% de acierto). Rubio mientras tanto tiene el uso de balón más bajo de su trayectoria NBA: 14,4%, el número 11 del equipo. Okogie volverá a ser baja contra Denver, por un tirón en su pierna izquierda.
Los complementos tampoco terminan de encontrar su lugar: Culver se ganó un hueco a base de esfuerzo y protección en los rebotes, pero como aleros ni Juancho Hernangómez ni Jake Layman ni Jarred Vanderbilt han mostrado una buena cara y tampoco han recibido mucha confianza como para poder soltarse, esa misma confianza que tan bien le había hecho al español en la temporada pasada.
Es cierto que los Wolves son un equipo joven, en el que 12 de los 14 hombres que han tenido minutos en esta campaña tienen 26 años o menos, pero su meta ya era estar camino a Playoffs y un mal comienzo, buscando el rendimiento sobre la marcha, puede dificultarlo.
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