Los Denver Nuggets y el dilema Michael Porter Jr.

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Porter

Cualquiera que lea la hoja estadística del tercer partido entre Nuggets y Clippers se encontrará con un dato curioso: Michael Porter Jr. fue el segundo máximo anotador (18) y rebotero (10) de su equipo, pero aún así jugó apenas 23 minutos, con cinco compañeros que registraron más tiempo en cancha.

Sin poner esos números en contexto, parecería haber un error del cuerpo técnico: ¿por qué no darle más rodaje a un jugador que produce de manera semejante cuando está en cancha?

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El problema con MPJ es justamente el contexto, que transforma la decisión de Malone, en este y en cualquier otro partido, en una cuanto menos entendible. Y es que Porter personifica de manera perfecta al Denver de esta postemporada: enorme poderío y recursos en el costado ofensivo, pero serios problemas para presentar algo parecido a una defensa decente para estas alturas de la competencia.

El alero presenta un dilema muy claro: ¿hasta dónde se compensan sus defectos en la marca, con lo que aporta en ataque?, ¿precisa Denver una tercera figura anotadora junto a Murray y Jokic o resulta más complementario un especialista defensivo, para intentar frenar a Leonard y George?

Lo primero para decir es que lo de Porter en ataque es realmente destacado, especialmente para un novato. Sus números generales (11,8 puntos y 7,2 rebotes) no saltan a la vista, justamente por no disponer de tanta participación, pero si los proyectamos a 36 minutos nos encontramos con estadísticas más que interesantes: 17,3 puntos, 10,6 rebotes y 2,6 triples encestados.

Y no solo eso: su aporte se ve claramente reflejado a nivel colectivo. En los 24,5 minutos que juega por partido, Denver anota 117 puntos por cada 100 posesiones, lo cual representa la segunda marca más elevada de todo el plantel, apenas por detrás de Jamal Murray (117,1) y por adelante de Nikola Jokic (116,7). Cuando MPJ está en cancha, con su versatilidad para anotar de larga distancia y atacar el tablero ofensivo, los Nuggets tienen una ofensiva de élite.

Los problemas, claro está, llegan en el otro costado.

La debilidad de Porter en defensa aparece tan clara como su potencial en ataque. No es que le falten herramientas, después de todo es un alero de 2,08 metros y sumamente atlético. Pero sin embargo, su intensidad, juego físico (algo que también se ve en ataque, donde casi no va a la línea) y lectura de cada situación del rival, es realmente floja. En esa acción del primer cuarto, vemos como abandona sin ningún motivo a un gran tirador como Marcus Morris, tomando una responsabilidad en la ayuda ante la penetración de Kawhi que claramente estaba cubierta por Jokic. El tiro de Morris no entra, pero lo preocupante es el proceso, no necesariamente los resultados.

¿Puede mejorar a futuro? Por supuesto, tiene solo 21 años y todo el potencial como para ser al menos un defensor correcto. Pero hoy por hoy, da enormes ventajas en esa área.

A simple vista, uno podría engañarse con las estadísticas: no solo es un muy buen rebotero, sino que además los Nuggets no están sufriendo demasiado sus minutos a nivel global. Permiten solo 111,4 puntos por cada 100 posesiones cuando Porter está en cancha, siendo la tercera mejor marca del equipo, detrás de dos especialistas como Mason Plumlee y Gary Harris. De hecho, Porter es el único jugador de todo Denver con un NetRating positivo en estos Playoffs: +5,6. El segundo mejor es Plumlee, ya con un -0,4.

Sin embargo, esos datos son mucho más circunstanciales que significativos. No solo por lo que la observación dice con respecto al rendimiento del perimetral, sino también por lo que muestran algunas otras estadísticas más específicas.

Porter está permitiendo un estratosférico 56,8% de campo a los jugadores que defiende, incluyendo un 45,2% en triples. Entre los 82 jugadores con al menos 7 partidos disputados en esta postemporada, ese 56,8% es la segunda cifra más elevada de toda la liga, apenas por detrás de Reggie Jackson y su 58,2%. ¿Tercero? El propio Jokic con un 56,6%.

Este triple de Landry Shamet es un buen ejemplo de lo que sucede cuando se juntan Porter y Jokic en defensa: tiros abiertos para el rival. Es difícil determinar quién es el responsable, sin saber qué tipo de marcación pidió Malone para ese pick and roll lateral, pero ya sea Porter por no regresar a tiempo con el tirador o Jokic por no rotar a la esquina, lo cierto es que alguno de los dos tuvo una distracción grave, que terminó con tres puntos sencillos para los Clippers.

Si bien la defensa de Denver no ha sufrido en términos generales los minutos de Porter, esto se debe mayormente debido a lo hecho por sus compañeros (no apellidados Jokic) o simplemente a lo aleatorio de una muestra pequeña. Lo cierto es que la defensa individual del alero es muy mala y también lo son sus conceptos de ayudas y rotaciones.

Con todo esto en mente, el rol que Malone le está dando en la serie contra los Clippers parece ser el más apto para esta realidad de Porter: un revulsivo desde el banco, parecido a lo de Lou Williams en los Clippers (promedia 27,1 minutos), con la diferencia de que Lou tiene la ventaja de estar rodeado por mejores defensores para esconder sus defectos. 

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En los partidos en los que MPJ está derecho con el aro, su presencia en cancha se justifica, al menos durante ciertos tramos. Pero cualquiera que piense que la solución para los problemas de los Nuggets pasa por darle mayor protagonismo al nacido en Columbia, sencillamente no está prestando la suficiente atención en el otro costado del campo.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.