Denver Nuggets tendrá su cuarto partido consecutivo jugando en el Ball Arena, una racha que se extenderá hasta los cinco (se cerrará el domingo ante New Orleans Pelicans) y que por ahora está arrojando balance positivo (están 5° en el Oeste con récord de 24-16). ¿El rival de este viernes? Chicago Bulls, un conjunto que tiene su grado de peligro, sobre todo a partir de jugadores con la capacidad para explotar individualmente, pero que también tiene irregularidades y lagunas que grafican su posición en la tabla (9° del Este con 18-21).
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Vamos con tres historias a seguir del encuentro, pero antes...
Horario y cómo ver Denver Nuggets vs. Chicago Bulls
El partido será a las 19:00 de México y 22:00 de Argentina, y como es habitual se podrá ver en vivo y on demand a través de NBA League Pass, la plataforma de streaming oficial de la liga a la que te puedes suscribir desde aquí. Además, se podrá seguir la retransmisión para toda Latinoamérica de ESPN.
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Facundo Campazzo, positivo y de racha
Uno de los nombres propios de las dos últimas victorias de los Nuggets, frente a Indiana y Charlotte, ha sido el de Campazzo, quien sigue consolidando su papel y rol desde el banco. Facu es mucho más que un revulsivo: poco a poco se está transformando en una cuota automática de energía e intensidad defensiva, algo que ha sido destacado por su entrenador recientemente. De hecho, frente a los Pacers fue parte de una formación que destrozó al ataque rival en el inicio del último cuarto y encaminó el triunfo, y frente a los Hornets concretó su máxima en robos (4). Apenas detalles de un jugador que va más allá de los números en ese apartado defensivo.
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Pero claro, el cordobés también se va soltando poco a poco en sus funciones como conductor y organizador del equipo cuando está en cancha, sobre todo ante la baja de Monte Morris (seguirá afuera por un problema muscular, al igual que Gary Harris). Las 10 asistencias del último partido, también su mejor marca personal (y récord para un argentino como rookie), son un claro reflejo de su mayor ascendencia. En los últimos 12 duelos está promediando 8,4 puntos (38,8% triples), 2,1 rebotes, 4,4 asistencias y 1,5 robos en 26,8 minutos.
Un detalle más de este presente de Facu: lleva tres partidos seguidos sumando al menos 6 asistencias, racha que -entre los argentinos- sólo se le ha visto conseguir a Manu Ginóbili (Pablo Prigioni y Pepe Sánchez llegaron a sumar dos encuentros de este tipo). La leyenda bahiense de San Antonio Spurs tuvo como mejor registro 6 partidos en fila con al menos 6 asistencias (lo hizo dos veces, en 2010 y 2011), más otra racha de 5 (en 2011) y dos de 4 (2010 y 2011). El cordobés puede encaminarse hacia esos registros si mantiene la misma línea.
Denver, entre los mejores en el último tiempo
¿Se acuerdan cuando los Nuggets mostraban un desesperante nivel de irregularidad y varios problemas en el inicio de temporada? Bueno, ese tiempo parece algo lejano. El conjunto de Michael Malone se ha asentado pese a varias ausencias y, sostenido principalmente por un Nikola Jokic en nivel de MVP, ha logrado dar un paso al frente en su nivel, que no sólo se refleja en las posiciones (están a sólo 5 partidos de distancia de Utah Jazz, líder del Oeste) sino también en su propia confianza y sensaciones: parece que nuevamente hay que contar a los Nuggets en el lote de pelea seria.
Si miramos los últimos 17 partidos, Denver sería el tercer mejor equipo de toda la NBA en cuanto a balance: 12 victorias y 5 derrotas que sólo es superado por el 14-3 de Brooklyn Nets y el 13-4 de Phoenix Suns. En este tramo, los de Malone generan el segundo mejor rating neto de la NBA, aventajando a sus rivales por 9,3 puntos cada 100 posesiones, teniendo el quinto ataque más eficiente (118,8 cada 100 posesiones) y la novena mejor defensa (109,5), todos registros superiores a los que arrastraba el equipo hasta ese momento.
Mejoras individuales (Jamal Murray y Michael Porter Jr., principalmente) y crecimiento colectivo. Denver está en el momento justo para consolidarse en la Conferencia.
¿Qué esperar de los Bulls?
La llegada de Billy Donovan al banco ha revitalizado un poco el presente de los Bulls, estancados y sin progreso en los años previos pese a acumular varios talentos jóvenes de Lotería que, de cierta manera, no lograron despegar (principalmente Lauri Markkanen y Wender Carter Jr). La explosión de Zach LaVine como All-Star ha sido uno de los principales argumentos para encontrarse ahora mismo en puestos de Play-in en el Este, y es el escolta la principal amenaza contra los Nuggets: promedia 28,4 puntos (53,1% campo), 5,2 rebotes y 5,1 asistencias.
Ahora bien, estos Bulls se encuentran a mitad de un camino que deberán resolver: el de buscar competir ahora mismo sabiendo lo abierto que está el Este (están a 1,5 juegos de zona de Playoffs directo), o continuar su competencia dándole mayor enfoque a sus jóvenes. Lo primero parece ser prioridad, al menos en lo reciente, y algunos ajustes del entrenador en los últimos partidos apuntan a eso: en los últimos tres encuentros, el coach optó por darle la titularidad a los experimentados Tomas Satoransky y Thad Young (de gran temporada como obrero) en lugar de los jóvenes Coby White y Wendel Carter Jr, que venían en flojo nivel.
El cambio tuvo efecto automático, con un equipo más balanceado y seguro que aplastó a Toronto y Oklahoma City. Sin embargo, el último duelo dejó sabor amargo: derrota por 7 frente a los Spurs después de tener una ventaja de 23 puntos (y +13 entrando al último cuarto). Veremos qué cara muestran ante los Nuggets.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.