DeMar DeRozan y la evolución hacia el mejor nivel de su carrera

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DeRozan

A la hora de repasar la lista de los mejores récords de la 2020-2021, no hay dudas de que ver a San Antonio con el séptimo mejor registro es la mayor sorpresa de esa nómina. Los de Popovich han tenido un inicio de temporada completamente sorpresivo y luego de su victoria de este lunes ante Golden State (vuelven a chocar esta noche), disfrutan de una marca de 14-10. ¿Mejores porcentajes de triunfo en la liga? Solamente Philadelphia, Milwaukee, Utah, Lakers, Clippers y Phoenix. Incluso conjuntos como Brooklyn, Boston o Denver, quienes tranquilamente pueden terminar peleando por el título, hoy aparecen atrás de los texanos.

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Para explicar dicho éxito hay varios factores importantes: la seguridad defensiva (8° mejor rating), el gran cuidado del balón (son el que menos la pierde), la marcada evolución de sus piezas jóvenes, la gran producción del banco, la mano mágica de Popovich como conductor... pero si bien todas ellas tienen un peso considerable, ninguna supera la relevancia del enorme progreso que está mostrando DeMar DeRozan.

DeMar DeRozan

A sus 31 años, el nacido en Compton ha pasado de ser considerado una pieza que San Antonio podría terminar moviendo más temprano que tarde, a un jugador absolutamente determinante en un equipo de punta. Al punto tal que no sería una exageración creer que DeRozan está jugando el mejor básquet de su carrera. O al menos el más completo. Porque si bien está lejos de los 27,3 puntos que supo promediar en la 2016-2017 con Toronto (tiene una media de 20,5 en esta campaña), su crecimiento en las otras áreas es realmente notable.

Una pata clave de ese crecimiento tiene que ver con su toma de decisiones y mejorada selección de tiro. Repasemos cómo distribuye sus lanzamientos en la actual Fase Regular, en comparación con lo hecho en sus primeros dos años con los Spurs.

Distribución de Tiros
Etapa 0 a 3 Metros 3 a 5 metros Dobles Largos Triples
2018-2020 47,9% 26,8% 21,8% 3,5%
2020-2021 48,4% 24,8% 12,7% 14,1%

Cómo vemos, básicamente está manteniendo los mismos números a la hora de atacar el aro, pero ha cambiado una buena cantidad de dobles largos por tiros de tres. Desde donde además no solo intenta más seguido, sino que registra el mejor porcentaje de acierto de su carrera: 34,9%. Como si eso fuera poco, su porcentaje en dobles (51,3%) aparece como el segundo más alto en sus 12 temporadas NBA. 

Y para terminar de cerrar la fórmula perfecta, su 89% desde la línea de libres (7 intentos por partido) es también lo mejor que ha hecho en la competencia, con un dato más llamativo aún: su free throw rate (libres por cada lanzamiento de campo) es el más elevado de su vida, algo poco usual para un jugador que ya pasó los 30 años. Toma 0,503 simples por cada disparo de cancha.

Con todo eso en mente, no sorprende que DeRozan tenga algunas de las mejores cifras de su vida en términos de estadísticas de eficiencia, incluyendo la mejor en true shooting percentage (60,5%) y la segunda en PER (22,1) y effective field goald percentage (51,5%).

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De todas maneras, no es solo como anotador donde DeRozan ha progresado, sino que su evolución como asistidor y generador de juego es todavía más clara. El escolta está dando nada menos que 7,2 asistencias por cada 36 minutos, cuando nunca antes en su carrera había pasado de las 6,4. Y eso ya en San Antonio, porque si lo comparamos con Toronto, su tope era de solo 5,5. 

Si bien su pan de cada día en ese sentido es la penetración y descarga para los tiradores, lo estamos viendo realizar asistencias bastante más complejas, algo que saltó a la vista este lunes ante Golden State, donde sumó 10 de ellas.

Incluyendo este skip-pass para Keldon Johnson...

... o esta muy buena habilitación para la definición de Jakob Poeltl. 

No es solo aprovechar sus habilidades técnicas para atraer marcas y asistir al compañero abierto. Vemos a un DeRozan con lectura, gran visión de campo y al que el juego parece habérsele simplificado.

Y siguen las virtudes, porque no solo crece como pasador, sino que encima registra el nivel de pérdidas más bajo de su carrera: solo suma una en el 9% de sus posesiones. ¿Más? Es de los jugadores más decisivos de la liga en cuanto a producción en el clutch.

Durante años, DeRozan fue uno de los ejemplos más claros de anotadores de volumen. Jugadores con un alto promedio de puntos, pero que necesitan forzar lanzamientos (en su caso demasiados a media distancia) en detrimento de involucrar a sus compañeros o lograr un mayor nivel colectivo. Algo que más allá de su éxito en Fase Regular, siempre terminó pagando caro en los Playoffs durante su etapa en Toronto.

Hoy puede que el escolta de los Spurs no tenga la explosión de antaño y no lo vayamos a ver anotando por encima de los 30 puntos noche tras noche. Pero a la hora de hablar de eficacia, de elevar a sus compañeros y de impacto en diferentes áreas del juego, no hay ninguna duda: no hemos visto a DeRozan nunca antes como en esta 2020-2021. ¿Será suficiente para volver al All-Star? Tiene competencia importante en el Oeste con guardias como Stephen Curry, Damian Lillard, Luka Doncic, Donovan Mitchell, Devin Booker, CJ McCollum y De'Aaron Fox, entre otros, pero si San Antonio sigue ganando y DeMar manteniendo este nivel... ¿por qué no? Sería un buen reconocimiento para un jugador que ha sabido adaptarse y dar pasos adelante en muchos aspectos.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.