Leandro Fernández (@FernandezLea)
Kyrie Irving (Boston Celtics)
Parece una elección fácil o cantada, pero cómo evitarlo. Kyrie es un mago con la pelota. "Ahora me ves, ahora no", parece ser el mensaje cuando el base de los Celtics lleva el balón en sus manos. Su nivel de creatividad es realmente sorprendente, y nace desde una capacidad notable para manejar de manera excelente los dos perfiles. Plantarse adelante de Irving es un desafío para cualquier defensor, y lo mejor es estar preparado para no quedar en ridículo.
Lo que completa el combo es que Irving ejecuta todo a una velocidad sensacional, sumado a que su arsenal de amenazas después del manejo es uno de los más completos de la NBA. Sí, Kyrie puede anotar desde media o larga distancia, pasar, penetrar y más, agregando en el medio un manejo de balón sin igual. Su nombre es sinónimo de "crossover" en la competencia.
Pablo Schatzky (@pchaski)
Stephen Curry (Golden State Warriors)
No incluir a Stephen Curry en esta conversación sería sencillamente de locos. Es el mejor manejador de balón del actual equipo bicampeón de la NBA y tricampeón en los últimos cuatro años. Curry cuenta con una pequeña ventaja por sobre los mejores dribleadores de la liga: su amenaza de tres puntos es tan letal, pero tan letal, que obliga a los defensores, altos y bajos, pesados y ligeros, no importa cómo sean, a salir a marcar su disparo. Y cuando lo hacen, oh oh.
Voy a poner una sola imagen en sus mentes para basar mi argumento. Agarremos al mejor defensor de la NBA, casi unánime, y pongámoslo frente a Curry. Ok, ¿ya tenemos a Rudy Gobert? Ahora véamoslo bailar y convertirse en un meme de internet durante unos días porque el 30 de Golden State lo sacó a pasear como a un niño en la plaza. Todo dicho.
Matías Baldo (@matiasbaldo)
Kyrie Irving (Boston Celtics)
No tengo dudas que Kyrie Irving es el jugador con mejor manejo del balón de la liga porque acumula una cantidad de virtudes que lo convierten en la máxima amenaza de la NBA con la pelota en las manos. Kyrie es capaz de manejarla con igual precisión con la derecha o con la izquierda y hace gala de su inteligencia suprema para leer defensas que castiga con su creatividad.
Cuando Irving se para frente a un defensor que en segundos quedará ridiculizado, el desenlace de la jugada es un misterio porque Irving, indescifrable, completa su repertorio con su capacidad para asistir, penetrar, salir desde la cortina o lanzar desde media o larga distancia. Cuando encara hacia el aro, es imparable.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.