Manu Ginóbili está próximo a tomar una decisión sobre su futuro para la próxima temporada. Tiene contrato vigente con San Antonio Spurs pero aún no definio si continuará o no. Pensando en su situación, el Staff de NBA.com México se mete en una especie de juego y busca motivos sobre por qué el bahiense debería seguir y por qué debería retirarse.
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Matías Baldo (@matiasbaldo)
¿Por qué seguir?
Manu Ginóbili demostró, y principalmente se demostró a sí mismo, que aún pese a su edad es capaz de competir con las nuevas generaciones de estrellas de la NBA. Su última temporada fue realmente buena, mucho más allá de lo que indican las cifras. En un equipo acéfalo sin Kawhi Leonard, Manu asumió el liderazgo, principalmente en los momentos cruciales de la temporada. Entre múltiples dificultades, su aporte fue fundamental para que San Antonio lograra la clasificación a playoffs.
Nada debería cambiar en la próxima temporada. Manu es un jugador que, aún a sus 41 años, reúne un cúmulo de virtudes que no abundan ni en San Antonio ni en la liga en general. Su inteligencia y su carácter son dos factores que matizan, e incluso por momentos hacen olvidar, que es uno de los jugadores más veteranos de la NBA y que enfrenta noche a noche se enfrenta a jugadores que tienen dos décadas menos.
San Antonio, después de la agencia libre más convulsionada de los últimos 20 años, lo necesita. Con Tim Duncan retirado, Tony Parker en Charlotte y Kawhi Leonard transferido a Toronto, el único bastión de resistencia del ADN de los Spurs es Gregg Popovich, pero difícilmente sea suficiente si Manu no continúa: San Antonio perdería al líder de su vestuario y a su técnico dentro de la cancha.
¿Por qué retirarse?
Por primera vez en dos décadas, los Spurs de Popovich no son candidatos al título. Pese a que salieron airosos de la novela que protagonizó Kawhi Leonard gracias al trade mediante el cual consiguieron a DeMar DeRozan, San Antonio deberá demostrar que puede estar a la altura de la poderosa conferencia Oeste.
Si bien no es una reconstrucción absoluta, por primera vez en años sobrevuela la sensación del verdadero fin de ciclo de los Spurs y, para un jugador como Manu que disputó 15 temporadas en la NBA siempre con el traje de contendiente, tal vez sea innecesario someterse al trajín de toda una temporada con un equipo que, al menos en la previa, parece relegado. El desgaste acumulado y las pocas chances de San Antonio de pelear realmente por el anillo pueden ser los dos factores determinantes para que Manu decida retirarse.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones
Además, hay un plus: si se despide, siempre quedará en el recuerdo que su última temporada fue clasificando a playoffs y al más alto nivel.
Leandro Fernández (@FernandezLea)
¿Por qué seguir?
Porque puede. La temporada 2017-2018 fue un claro ejemplo de que puede seguir jugando y compitiendo en el más alto nivel, al punto de haber sido uno de los pilares de San Antonio y una pieza clave para una clasificación a los playoffs que se complicó como nunca le había pasado en sus 15 años previos en la liga. Y fue clave no sólo en cuanto a ese liderazgo y conducción que con incuestionables. También lo fue desde le juego. Las piernas no son las de antes, pero se las ingenia para seguir marcando diferencias. Como los magos, los trucos siempre aparecen.
También debe seguir porque San Antonio lo necesitará, quizás, como nunca antes. Sí, incluso lo necesitará más que en sus mejores años, aquellos donde llevaba al equipo a pelear por anillos. Los Spurs, en el verano, perdieron a la otra pieza del histórico Big 3 vigente (Tony Parker, quien se fue a Charlotte Hornets) y al (disgustado) jugador franquicia, Kawhi Leonard. La renovación está clara como pocas veces sucedió en esta era, y su experiencia, conocimiento y voz de mando serían determinantes para, junto a Gregg Popovich, marcar el camino.
¿Más? Sí, porque sería un pecado que el mundo se quede sin ver su calidad. Por más que el tiempo lo haga inevitable, hay jugadores que deberían ser inmortales, y Manu es uno de ellos.
¿Por qué retirarse?
Porque para todo deportista, lo mejor es que uno pueda retirarse por sí mismo y sin que el deporte lo retire por su cuenta. Hay casos en donde la negación gana y los jugadores siguen en actividad cuando el paso del tiempo, claramente, pide lo contrario. Así, su imagen a veces queda opacada con una versión muy lejana a la verdadera.
Ginóbili está lejos de eso. Su última imagen en una cancha lo tiene peleando de igual a igual contra las estrellas de Golden State Warriors, bicampeones y dominadores de la competencia en los últimos años. Y esa imagen, en definitiva, es la que toda leyenda merece si se tiene que ir: de pie, en plenitud, aún vigente y demostrando que la decisión es 100% propia.
Con 41 años, Manu se ganó el poder disfrutar cosas que el básquet le impedía. Y si toma ese camino, estará en paz y sabiendo que se fue como una grande. Sí, porque eso es posible por más que la salida no haya sido levantando un trofeo.
Pablo Schatzky (@pchaski)
¿Por qué seguir?
Si tengo que elegir un factor principal para mirar a Manu Ginóbili a la cara y decirle "quédate un año más", es para ser el último bastión de pie, adentro de la cancha, de un San Antonio que lo consiguió todo. Sería la memoria en vida para liderar a un equipo que recibe a un DeMar Derozan con sed de revancha que ya declaró querer "meterse adentro del cerebro de Manu" para intentar drenarle todos sus conocimientos.
Sumado a eso, a sus 40 años tuvo una gran temporada pasada, liderando a un equipo ante la ausencia de su mayor estrella, Kawhi Leonard, demostrando carácter y presencia adentro de la duela cuando el equipo más lo necesitaba (El pináculo fue su triple clutch frente a uno de los mejores equipos de la temporada, Boston Celtics). Con él siendo líder más espiritual que en el juego (promedió 20 minutos por partido y jugó 65), San Antonio consiguió ingresar a playoffs en una Conferencia sumamente competitiva.
Sumado a esto, debemos tener en cuenta que otro miembro de la época dorada también abandonó Texas. Tony Parker se fue a Charlotte y esto deja a Manu en la posición de asumir el liderazgo por completo e intentar hacer el camino más gradual hacia lo que será la reconstrucción de los Spurs. San Antonio no se puede dar el gusto de perderlo, básicamente. Con él y Popovich en la banca, los más jóvenes podrán tomar este año de aprendizaje y por qué no intentar posicionarse dentro de los 8 mejores del Oeste.
¿Por qué retirarse?
Porque, aunque nos duela a todos los fanáticos de Manu y Popovich, los Spurs no están a la altura que tuvieron en los últimos años. Manu tiene ya 41 años y someterse a todo lo que requiere una temporada regular de NBA, con sus viajes, sus tiempos, sus recorridas, sus restricciones y más, puede ya no resultarle atractivo.
Más teniendo en cuenta lo que aclaramos: Manu es lo suficientemente inteligente como para saber que este año será casi de transición a una nueva época en San Antonio. Y aunque durante su última temporada mostró muchísimos destellos de gran juego y de que todavía tiene magia para repartir, quizás el bahiense quiera quedarse justamente con eso como última imagen.
No tener a sus eternos laderos para poder atajarse cuando está mal, como lo hacía con Tim y Tony, y el recambio de los jóvenes sumado a una liga que a sus 41 años le parecerá más física que nunca, son ingredientes que pueden sumar a su decisión de abandonar el básquetbol profesional.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.