Golden State Warriors ha entrado a un bache. Cuatro derrotas consecutivas en la temporada 2018-19 los tienen en el quinto lugar de la Conferencia Oeste. En las cinco campañas que Steve Kerr ha estado al frente de la franquicia californiana nunca había acumulado esa cantidad de duelos perdidos.
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Es por eso que el Staff NBA.com opina sobre si deben comenzar a preocuparse por la mala racha.
Carlos Herrera Luyando (@carhluy43)
Había que ponerle un poco de sabor a la temporada. Entramos a la presente campaña pensando que los Warriors no tendrían rival y conseguirían su tercer campeonato en fila. Su contrincante son ellos mismos. Cierto que la pelea entre Kevin Durant y Draymond Green detonó todo esto, sin embargo, todo esto vino al principio y Steve Kerr y compañía sabrán cómo llevar estos malos baches para entrar de la mejor manera a playoffs.
Sí, por un lado deben preocuparse. Por el otro están a tiempo para convertir ese caos en orden y enfrentar a las mejores franquicias en lo que va de la temporada. Veremos si esos equipos logran mantener el nivel en el cierre de campañas, porque lo necesitarán cuando veamos en cancha a Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant, Draymond Green y DeMarcus Cousins.
Matías Baldo (@matiasbaldo)
No es para preocuparse porque la solución a sus problemas es cuestión de tiempo: todo cambiará cuando Stephen Curry, el corazón de Golden State, regrese. También el retorno de Draymond Green será fundamental, especialmente en defensa y en la elaboración desde el poste bajo. Si bien los inconvenientes podrán arreglarse de un día para el otro, si es un llamado de atención para un equipo al que una lesión podría complicar su futuro.
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Restaurar el rendimiento individual y, principalmente, colectivo dentro de la cancha es uno de los desafíos de un Steve Kerr que también deberá restituir la paz y reconstruir la química en el vestuario. No será fácil: es el primer gran desafío de la era Kerr.
Leandro Fernández (@FernandezLea)
Si Golden State debe preocuparse, ¿qué le queda al resto de la NBA? Esta mala racha, por más que sea la peor de la era Kerr, no es más que un simple tirón de orejas que más temprano que tarde será olvidado por completo. Porque los Warriors siguen siendo el gran equipo a vencer en la liga, y porque el contexto actual (lesiones clave de Stephen Curry y Draymond Green, más al episodio Green-Durant como detonante de un mal clima anímico) hace que las derrotas sean una opción posible.
En definitiva, este mal presente puede servir de motivación, porque la temporada regular para los equipos que piensan en títulos suelen hacerse largas. Los de Oakland buscarán dejar todo en el pasado para demostrar una vez más su dominio. Tienen todo (juego, personal, experiencia y personalidad) para volver a dominar.
Wookie Williams (@wookie_williams)
Yo creo que no. Esta era la campaña en la que los Warriors se iban a divertir, y antes de la lesión de Steph Curry, lo estaban haciendo. Pero esta NBA es brutal, y el nivel es tan alto que tener a dos All-Stars no es suficiente para ganar todos los partidos. Golden State suele poner a cuatro jugadores estrellas de titulares, pero sin Curry y sin Draymond Green en uniforme, las cosas no son tan sencillas. Cuatro derrotas consecutivas encenderían alarmas en otros lados, pero Steve Kerr tiene la cabeza suficientemente fría como para saber que en algún momento van a salir de este marasmo. Y ese cuando será cuando vuelvan Green y Curry a las canchas.
Lo que sucede es que los últimos cuatro años los Warriors han estado en una Liga ellos solos, jugando algo más parecido a un videojuego que a la vida real. Y al principio de la campaña, por momentos, vimos a unos Warriors que se veían, una vez más, imbatibles. Los problemas internos entre Kevin Durant y Green podrían parecer más graves de lo que son, pero en realidad ni Durant ni Klay Thompson han tenido su mejor basketball durante noviembre, y Alfonzo McKennie, quien era una grata sorpresa para una banca bastante corta, también ha perdido partidos, limitando todavía más la segunda unidad de GS. Pero el verdadero culpable de esta mala racha ha sido el problema de Curry en la ingle. Una vez que él vuelva dentro de tres o cuatro juegos, las cosas volverán un poco a la normalidad, es decir, a que los Warriors dominen la Liga.
Evaristo Corona (@elgolfo)
No es común que un equipo contendiente al título se encuentre sumido en un bache de cuatro partidos perdidos de forma consecutiva pero tampoco hablamos de un equipo muy normal que digamos. Golden State tiene a cuatro de los mejores veinte jugadores de la liga en su plantilla y no hay ningún equipo que se le acerque a esa concentración de talento. Lo que deberá ocuparles es encontrar la mejor manera para retener a futuro a las piezas clave de esa ecuación y detectar quiénes son. Durante la actual temporada, si todos se encuentran sanos y alegres (sobre todo Steph Cury), sabrán volver al camino de la victoria con relativa facilidad y difícilmente alguno de ellos se habrá olvidado de querer ganar. Son competitivos, les hemos visto muchas buenas rachas y les queda al menos una más por delante siempre y cuando estén las piezas correctas en función.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.