Un Damian Lillard encendido para romper el candado defensivo de New York Knicks

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Lillard

El partido entre Portland y New York presentaba al mejor equipo de la liga defendiendo el triple, los Knicks, frente a un conjunto como los Blazers que dependen fuertemente de ese disparo para encontrar sus mejores momentos ofensivos. ¿Quién ganó esa batalla de contrastes? Los de Terry Stotts, anotando 17 tiros de tres de la mano de un Damian Lillard encendido, para terminar imponiéndose por 116-113.

Sin McCollum ni Nurkic, está claro que Portand depende más que nunca de lo que haga Lillard y el base respondió con creces este domingo. Terminó con 39 puntos y 8 asistencias, con un aporte consistente durante toda la noche: 18 puntos en la primera mitad y 21 en la segunda. Además de porcentajes buenísimos: 11-17 de campo, 6-10 en triples y un perfecto 11-11 en libres. Un pilar en el que sin importar lo que suceda, los Trail Blazers saben que siempre podrán apoyarse.

El encuentro pudo terminar con bastante más comodidad para Portland, que llegó a tener una ventaja máxima de 25 puntos. Sin embargo, guiados por otro tremendo partido del novato Immanuel Quickley, los Knicks le pusieron suspenso a la definición. 

Claro que los propios Blazers colaboraron y mucho para ese final apretado, con unos últimos minutos en los que cometieron todos los errores posibles. Sabiendo la dependencia del local sobre Lillard y el tipo de noche que traía el ex Weber State, no sorprendió que Tom Thibodeau apostará por doble-marcas en ese cierre, no solamente buscando sacarle la bola de las manos a Dame, sino también generar recuperaciones y puntos rápidos en el otro costado. La fórmula funcionó en varias ocasiones y será un tema a prestarle mucha atención por parte de Portland, especialmente mientras no cuente con McCollum como descarga y el playmaking de Nurkic en sus caídas cortas tras los picks.

Más allá de Lillard, en el ganador hubo también un buen aporte de Anfernee Simons, terminando con 16 puntos, un 6-9 de campo y un 4-6 en triples. Simons es otro jugador que debe dar un paso adelante, mientras McCollum esté afuera y veremos si logra encontrar algo de la consistencia que le ha faltado hasta ahora en su carrera.

Quickley, futuro y presente

Quickley

Por los Knicks, la historia de la noche pasó por el mencionado rendimiento de Quickley, quien sigue dejando gratísimas sensaciones y a la vez, una pregunta clara: ¿sigue justificada la titularidad de Elfrid Payton, cuando el ex Kentucky está mostrando un rendimiento ofensivo marcadamente superior? Sabemos que Thibodeau suele priorizar a los veteranos, pero el nivel de Quickley justificaría un rol mayor. Ya no solo pensando al largo plazo, sino también al corto.

Lo de esta noche fue un ejemplo de esa situación. El rookie terminó con 31 puntos (máxima de carrera), un 9-18 de campo y un 5-8 en triples, pero tuvo que lograrlo en solo 24 minutos en cancha. Exactamente la misma cantidad que pasó un Payton que aportó poco y nada. Veremos si la excelente producción del base termina haciendo cambiar de idea a Thibs. La situción ya empieza a pedirlo.

En los neoyorquinos hubo otra noche en la oficina para Julius Randle, autor de 25 puntos aunque con un 7-18 de campo (con algunas buenas defensas de Enes Kanter en el final). Además, Alec Burks sumó 18 puntos con un 6-9 de campo.

El que no pudo mantener su crecimiento fue RJ Barrett, finalizando con solo 8 puntos en 23 minutos. De todas maneras, hubo pocos tiros para el canadiense (9), en una noche en la que la bola rara vez salió de Burks, Quickley o Randle.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.