Cuando la NBA conquistó a México

San Antonio Spurs NBA Mexico Games

La historia de la NBA es larga y conocida a nivel mundial, pero en México explotó gracias a la televisión, Magic Johnson, Larry Bird, Isiah Thomas y Michael Jordan a mediados de los 80s y básicamente toda la década de los 90s.

La explosión del deporte fue tal que chicos y grandes se lanzaban a las canchas más cercanas y armaban las retas “callejeras” y también jugaban en ligas organizadas, todos con sus tenis Jordan, Ewing, Reebok, Converse y demás marcas que se podían ver en las duelas y asfaltos de todo el país.

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Este hecho no pasó desapercibido por la NBA, la cual se dio embarcó a la tarea de encontrar la manera de traer partidos a suelo mexicano, algo que cimentó aún más el cariño de la gente con los equipos y la mejor liga profesional de básquetbol en el planeta.

Del punto de vista de los aficionados, era la gran oportunidad de ver a esas estrellas de la NBA en suelo Azteca, algo que no había sucedido antes, y entre los dos equipos de la frontera, los Dallas Mavericks y los Rockets de Houston, en el cual los aficionados pudieron ver a Hakeem “The Dream” Olajuwon dominar la duela.

Ese 27 de octubre de 1992 reunió a 19 mil almas en el Palacio de los Deportes, aquel que sirviera para conciertos, eventos masivos, Juegos Centroamericanos, Panamericanos y Juegos Olímpicos, una arena repleta de gente que por al menos unas hora vieron a varias estrellas mundiales derrochar talento.

Eso dio pie a más partidos durante las próximas dos décadas y media, con equipos como los Spurs, Supersonics, Rockets, Clippers, Sixers, Suns, Jazz, Warriors, Nuggets, entre otros. 

Imaginen la alegría de ver a los héroes de la televisión en eventos promocionales, firmando autógrafos, viéndolos jugar en vivo, una emoción que sí, tal vez millones habían vivido en Estados Unidos, pero con un sabor diferente, un sabor latino que dio pie a muchas muestras de cariño, insultos, gritos, porras y claro la típica ola mexicana en una arena de básquetbol.

Algunos de nosotros fuimos privilegiados en ver casi esos 25 años de historia, e incluso estar cerca de estrellas como Shawn Kemp y David Robinson por mencionar algunos, ver el show de clavadas en medio partido de todos ellos o inclusive estar a tan solamente unos metros de aquellos tenis deportivos sudados y usados por Kemp, quien lanzó a las tribunas el mítico modelo “Kamikaze” que dos afortunados pudieron atrapar.

Durante casi 30 partidos, básicamente cuatro generaciones, han disfrutado de las mejores estrellas del deporte, algo que ha levantado el interés de las personas, no solamente en ligas deportivas, sino también en la calle. 

El tener a las estrellas cerca de la gente ha dado un gran resultado para los jóvenes y niños que alguna vez han pensando en llegar a lo más alto del básquetbol, algo que podría seguir sucediendo cada año que regresa la NBA a México.

Sin lugar a dudas el tener un octavo y noveno partido de temporada regular en la nación Azteca es un esfuerzo muy importante por seguir expandiendo la cultura deportiva en Latinoamérica y algo que podría servir para escuchar más una frase como la que escuchamos hace unos días en la calle “Todos jugábamos basquetbol en los 90s”.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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