Construyendo a Kobe 2.0: Las estrellas jóvenes que "arman" a Bryant

Kobe Bryant

En honor al 40º cumpleaños de Kobe Bryant , lanzamos la semana de Kobe. En cada día celebraremos sus mejores momentos, reflexionaremos sobre las preguntas sin respuesta y nos sumergiremos en un legado que está entre los más famosos en todos los deportes.

Comparar es una práctica un tanto compleja y muchas veces injusta. Y como el punto de referencia, en este caso, es uno de los mejores jugadores de la historia como Kobe Bryant, lo mejor no era buscar comparaciones, sino navegar por el mapa de la NBA para tratar de armar un rompecabezas. Tomando cinco jugadores actuales menores de 25 años, tratamos de construir al Kobe 2.0 con algunos rasgos vitales del ADN del astro de Los Angeles Lakers. 

Más: Los 10 mejores momentos de la carrera de Kobe Bryant.

Voracidad ofensiva: Devin Booker

¿La fecha? 23 de marzo de 2016. Kobe Bryant juega su último partido en Phoenix, la ciudad en la que tuvo muchas batallas contra los Suns. Un joven Devin Booker, con cara de niño pero instinto criminal, lo desafía en la primera acción con una jugada del repertorio histórico de Kobe. "Usó directamente mi movimiento en la primera oportunidad que tuvo. Y no debes superarme con mi movimiento. Pero, en definitiva, fue absolutamente genial verlo porque me acuerdo que le hice lo mismo a MJ (Michael Jordan)", diría Bryant aquella noche. 

Así, con apenas 19 años, el guardia de los Suns empezaba a tomar la posta de la estrella de los Lakers con detalles de esa personalidad y mentalidad que lo hicieron único. Bryant no sólo que lo aceptó, sino que después de ese partido le regaló su calzado con la firma y una frase: "Sé legendario". "Lo más importante de mi carrera es ser capaz de pasar el mensaje, que la próxima generación de atletas tome el mismo espíritu, aprenda algunas de las técnicas y tenga la misma mentalidad", explicó Kobe. Y Booker lo hizo. 

No sólo por aquella noche, sino porque diseñó su juego con KB como espejo, por sus movimientos y, sobre todo, por su instinto anotador. No es casualidad que la máxima en un partido después de los 81 de Bryant, allá por 2006 ante Toronto Raptors, sean los 70 que Devin logró frente a Boston Celtics, el 24 de marzo de 2017, con apenas 20 años (el más joven de la historia en lograrlo). "Kobe decía que lo que lo separaba de un montón de gente era que muchos pensaban que 30 puntos era un montón. Él decía que nunca se puso un límite, y eso siempre está en mi cabeza. Él decía que hubiera anotado 100 si hubiera podido, entonces nunca tuvo un límite. Y yo tampoco me pongo límites en nada. Quiero ser el mejor en la vida, no sólo en el básquet", explicaba el de Phoenix tras su noche mágica. 

Y en esa explicación hay muchas definiciones. Con apenas 21 años, Booker se alimenta de la anotación como lo hacía Kobe. Es algo mental, algo donde la confianza manda. Esa mentalidad Mamba que fuera marca registrada. Y, encima, sus movimientos tienen muchas cosas un común. En él, sin dudas, hay una pequeña parte de Bryant. 

Explosión: Donovan Mitchell

Con apenas 1,90 metros, el guardia de Utah Jazz parece bajo para su posición, pero cuando encara hacia el aro y decide ir por una clavada, tiene esa potencia de piernas y explosión que Kobe solía mostrar. Por algo, claro, Mitchell ganó el concurso de clavadas del All-Star Game 2018. 

Mitchell, además, tomó a la NBA por asombro al convertirse en uno de los mejores novatos de la competencia, con una enorme capacidad anotadora y personalidad para liderar la gran temporada del Jazz. Bryant puso la lupa en su juego a través del especial que realizó para ESPN, lo elogió y también marcó cuestiones a mejorar. Todo, claro, fue bienvenido por Donovan. "Lo curioso es que no crecí siendo un fan de Kobe. No entendía cuánto tiempo le dedicó y lo duro que trabajó en su juego. Pero al llegar a la liga, se convirtió en uno de mis jugadores favoritos para ver. Él era uno de esos jugadores a los que no les importaba lo que pasaba, él iba a salir a hacerlo. Esa mentalidad es una de las cosas que trato de incorporar", señaló el de Utah. 

En su primera vez en la liga, Mitchell promedió 20,5 puntos con varios recursos, potencia y explosión. Llegó con destellos de Kobe en su sangre. 

Más: Repasa las mayores rivalidades individuales de Kobe Bryant.

¡SHOWTIME!: Joel Embiid

Bryant y Embiid no son para nada similares. El joven de los 76ers mide 15 centímetros más y lo supera por 17 kilogramos, mientras que adentro de la cancha ocupa una posición muy distinta a la de Kobe. Pero Joel Embiid declaró repetidas veces que, creciendo en Camerún y viendo básquetbol a las tres de la mañana, su primer ídolo fue Kobe Bryant y su equipo favorito eran los Lakers del 2000. 

Por eso no resulta extraño que Embiid, tras anotar el tiro de la victoria en un partido de temporada regular ante Cleveland Cavaliers, le dedique un gesto a un fanático que lo insultaba en las gradas y luego declare que "se sintió como Kobe" con su fadeaway. Bryant tiene quizás una de las mejores interacciones con un fanático en pleno partido de NBA, cuando le dijo a un espectador: "Mira esto" y luego enterró un triple a distancia y con marca.

Embiid acapara todas las miradas en cada estadio donde juegue con la energía que trae a la duela. Pero al Showtime le agrega otra similitud con Kobe Bryant: la sed insaciable de competir por la victoria. Es capaz de agarrarse un pleito con cualquier otra estrella, no importa del calibre que sea, ya que eso le sirve como gasolina para mentalizarse e ir por todo (NdeR: por cuestiones de edad, Russell Westbrook quedó fuera de este armado frankeinsteiniano de Kobe, pero seguramente hubiera entrado en esta categoría también).

Además, Embiid siempre habló maravillas de Kobe y dijo que intenta ser como él en la cancha: "Me encantaba su mentalidad, su forma de juego. Era como que no le importaba. Necesito intentar ser más cómo él de esa manera".

Más: La semana de Kobe Bryant: Los números de su carrera y su lugar en la historia.

Elegancia: Jayson Tatum

Hay múltiples similitudes entre el alero de los Boston Celtics y Kobe, una situación que no es casualidad dado que ambos han trabajado juntos en el gimnasio. Con Bryant como mentor, Tatum aprendió algunos de sus trucos y prácticamente calcó su movimiento de pies. Pero además, Tatum y Kobe comparten la elegancia con la que se mueven por la duela. 

Un diamante en bruto, aún le falta tiempo para pulirse y replicar exactamente los movimientos de Kobe, pero Tatum está en camino. Otro punto en común que justifica su presencia es su inteligencia dentro de la cancha, una virtud que ha convertido al alero en una de las estrellas de un equipo que aún sin Gordon Hayward ni Kyrie Irving alcanzó las finales de la conferencia Este. 

El movimento de pies, su tiro en suspensión, su capacidad de conducir y frenarse abruptamente, su mano diestra extendida esperando que ingrese la pelota después del lanzamiento. Son varios los componentes estéticos que comparten. Al fin y al cabo, Kobe fue el espejo de Tatum durante toda su niñez y adolescencia: "Kobe Bryant fue la razón por la que empecé a jugar al básquet", admitió en una entrevista

 

Confianza: Jaylen Brown

Si hay algo que destacó a Kobe durante toda su carrera fue su confianza, su capacidad de sortear obstáculos y de arrollar a sus rivales incluso cuando parecía prácticamente imposible, su obstinación con el trabajo para mejorar su nivel día a día, año a año. Tras el retiro de Kobe, Brown es el heredero de esa mentalidad Mamba.

El propio Jaylen lo admitió: “Soy un creyente que piensa que hacen falta 20,000 horas de trabajo para tener éxito. Kobe cumplía esas horas y el resultado está ahí; yo quiero ser igua a éll”, afirmaba Jaylen antes de seguir elegido con el tercer pick de 2016. 

Culto a la ética, el sacrificio y el trabajo incansable, Brown ha mejorado notablemente durante sus dos primeras temporadas en la NBA hasta convertirse en una de las estrellas de los Boston Celtics durante la última temporada. Más allá de sus múltiples virtudes, su mentalidad y su confianza es algo que lo distingue por sobre la mayoría del resto de la liga. 

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es