La rotación de pivotes de Atlanta Hawks en la 2019-2020 estaba formada por Alex Len, Damian Jones, Bruno Fernando y Dewayne Dedmon. Ninguno funcionó, ninguno continúa en el equipo. Fueron la tercera peor defensa de la competición. Un curso después, con Clitn Capela de titular, salieron del top 10 negativo y alcanzaron las Finales de Conferencia Este. Recién renovado, el suizo es fundamental en el desarrollo del proyecto liderado por Trae Young.
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Cuando llegó a la NBA como un delgado joven de 20 años, Capela estaba lejos de tener el cuerpo que demandaba la liga. Tenía la heladera lleno de proteínas y los diferentes alimentos recomendados se almacenaban también en los viajes. Venía de jugar en Francia, donde era más rápido que el resto de pivotes, y la exigencia física significaba otro universo. Apenas jugó 12 partidos con los Rockets, pasando casi todo el curso en la G League. Pero los destellos estaban ahí.
Seis años más tarde, Capela está establecido como uno de los mejores cincos del planeta. Impacto defensivo de auténtica elite, esfuerzo innegociable y rol muy específico. No necesita sentirse importante en ataque. Desde su primer día en Houston el papel era dar energía, pelear los rebotes ofensivos y cambiar tiros en defensa. Y eso sigue haciendo a día de hoy, solo que a una escala superior.
"Cuando llegué a Atlanta, me sorprendió", cuenta el jugador a The Athletic. “Sentí que era el final de una era en Houston. Yo fui el primero en irme. Cuando llegué a Atlanta, mi primer objetivo era volver a estar sano. Una de las primeras cosas que les dije a los muchachos fue que íbamos a cambiar todo. Entré con una mentalidad positiva porque no quería jugar para un equipo perdedor. Este equipo tenía muchos jóvenes y sabía que teníamos el potencial para hacer algo especial en los próximos años, así que solo estaba tratando de tener esa perspectiva positiva".
Tras establecerse como titular y promediar 14,3 puntos, 11,1 rebotes, 1,6 tapones y 64,5% en tiro en 29 minutos por encuentro durante cuatro temporadas, los Rockets vendieron al pivote a los Hawks por una 2º ronda del Draft de 2026 y una 1º de 2020 (Aleksej Pokusevski) que traspasaron de forma inmediata a Minnesota para hacerse con Robert Covington. El precio que pagaron en Atlanta por su actual pivote titular, uno de los mejores de la liga, fue muy bajo.
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¿Qué hizo el #15 en su única temporada en Georgia? Firmar 15,2 puntos, 14,3 rebotes (líder NBA), 1,2 tapones y 59,4% en tiro en 30,1 minutos. Terminó primero en porcentaje de rebote ofensivo y defensivo, además de que los Hawks permitieron 8,5 puntos menos por 100 posesiones con él en cancha, y los equipos rivales bajaban el acierto un 5,1% cuando Capela jugaba. Fue su curso más dominante en defensa desde que está en la NBA, lo que le permitió terminar sexto en la votación para el Jugador Defensivo del Año.
"Debería haber sido parte de un equipo All-Defense y la carrera por el DPOY, especialmente por dónde estábamos antes y dónde estamos ahora", mencionó Clint. “Dimos un gran paso, pero que así sea. Tengo otra temporada para demostrarlo. Voy a hacerlo lo mejor que pueda".
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— Atlanta Hawks (@ATLHawks) September 25, 2021
Todavía con el contrato que firmó en Houston por cinco años y 90 millones, que podemos catalogar de relativa ganga para su impacto y relevancia, los Hawks decidieron darle un aumento de sueldo y aumentar la duración. Renovó por dos temporadas extra y 45,4 millones, lo que lo ata a la franquicia hasta la 2024-205.
Lo mejor de Capela en Atlanta está por llegar. Jugó la 2020-2021 tras una temporada en la que prácticamente no tuvo acción por problemas en el Aquiles derecho. De hecho, su eficiencia se vio en parte afectada y no tuvo el ritmo ideal. De cara a su segundo curso completo con los Hawks, quizás los números no crezcan, pero el impacto será de nivel Defensor del Año.
"Aún pude ser eficiente el año pasado, pero este año, si puedo evitar jugar a pesar del dolor y eso significa que tengo que calentar un poco más antes de los partidos, sería beneficioso para mí", terminó un Capela que, en principio, no jugará la pretemporada. “En este momento, solo estoy tratando de ser inteligente y que el Aquiles se cure tanto como sea posible. Seré paciente y haré lo que sea necesario".
De James Harden, a Trae Young. El 13º clasificado de nuestros 15 mejores internacionales NBA es una historia de superación y crecimiento. De cómo llegó a la NBA siendo un pivote escuálido, plagado de dudas y de sobres de proteínas, para terminar siendo elite en lo suyo y con un contrato superior a los 20 millones anuales. Y todavía le queda huella por dejar.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.