La arriesgada e interesante apuesta de Chicago Bulls para la 2021-2022 y la situación con Zach LaVine

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Después de que se anunciase el regreso de la temporada 2019-2020 en formato burbuja, Chicago Bulls se marcó un objetivo: no volver a quedar relegados. La franquicia de Illinois en aquella ocasión no solo se quedó un año más sin Playoffs, lejos de la posición que debería tener en la liga, sino que ni siquiera pudo darle el final que merecía a su campaña, apartados y sin poder competir.

La apuesta realizada alrededor de los jóvenes como fruto del traspaso realizado en 2017 por el que se desprendieron de Jimmy Butler no llevó más que a otro punto muerto, demasiado alejados de los puestos de Playoffs y sin lo necesario para poder dar ese asalto con el plantel disponible. Así, la organización dio un giro de 180 grados anunciando la salida de John Paxson y Gar Forman, los dos principales ejecutivos que habían dirigido a los Bulls desde la década pasada, dando pie a la entrada de Arturas Karnisovas como nuevo general manager. 

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Desde el momento en el que el lituano recaló en las oficinas del United Center ha tratado por todos los medios de armar un plantel que fuese consistente, dándole empaque y sentido a un proyecto todavía por formarse. Su primera decisión no fue otra que cambiar de técnico, pasando del denostado Jim Boylen al reputado Billy Donovan, quien en apenas un año ha dejado buenas sensaciones pese a las circunstancias vividas. El segundo movimiento fue la elección con el pick 4 de Patrick Williams, un atípico novato, de corte defensivo y que era justo lo que necesitaban los Bulls para apuntalar una posición clave como es la de 3-4.

Durante todo el periodo de traspasos Karnisovas trató de hacerse con activos que sirvieran para conformar un roster que les permitiera entrar, al menos, en el Play-In. Tuvo dos objetivos, primero Nikola Vucevic, al cual ató a cambio de desprenderse de Wendell Carter Jr., Otto Porter Jr y una primera ronda (Franz Wagner), el segundo objetivo fue Lonzo Ball, en quien divisó el base titular que los Bulls necesitaban para incrementar su potencial defensivo y como complemento ideal para Zach LaVine, algo que no consiguieron finalmente. "No hemos terminado", dijo el ejecutivo al término del deadline haciendo referencia al base californiano. Prácticamente 5 meses después los Bulls han completado su objetivo, logrando hacerse con Lonzo Ball, la pieza que le faltaba a su quinteto titular para tratar de relanzar a una franquicia histórica.

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Pero su Agencia Libre no ha concluido con ese movimiento, pues Chicago se convirtió en uno de los protagonistas de este mercado, llevándose a uno de los principales jugadores disponibles como era DeMar DeRozan. El veterano escolta parecía encaminarse a regresar a su California natal, pero el desarrollo de los acontecimientos ha hecho que no se acaben dando los condicionantes necesarios para ello, por lo que el jugador de 31 años ha optado por unirse finalmente a los Bulls.

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Lo interesante de los movimientos por DeRozan y Ball es que se han producido a través de un sign&trade, permitiendo a Karnisovas desprenderse de los contratos de Tomas Satoransky, Thaddeus Young, Al-Farouq Aminu y Garrett Temple, renovando el plantel, dando margen para firmar veteranos y añadiendo dos talentos que pueden cambiar el rumbo de la franquicia. Además, cabe destacar que se hicieron con los servicios de Alex Caruso como base suplente de Lonzo Ball a cambio tan solo de 37 millones por 4 campañas, asegurándose así uno de los mejores base suplentes de la liga.

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En medio de este mar de movimientos, fichajes y firmas se encuentran Zach LaVine, el cual es perceptible en esta offseason de alcanzar un acuerdo de renovación al alza puesto que en la pasada campaña fue nombrado All-Star y terminó como uno de los máximos anotadores con 27,1 puntos de media, incrementando además su producción en asistencias, tiros exteriores y acierto. El jugador, que está ahora mismo inmerso en los Juegos Olímpicos con Estados Unidos, declaró recientemente que "solo quiero mi respeto. Creo que eso es lo principal. Superé mi contrato actual, he sido muy leal a Chicago, me gusta Chicago. Solo quiero mi respeto. Si es ahora, más tarde, es algo que tenemos que resolver internamente y partiremos de ahí.

El escolta apuntaba a una cuestión económica en las negociaciones puesto que era perceptible de renegociar su contrato antes de que comenzase la campaña 2021-2022, la cual será la última. El problema es que, de hacerlo, los Bulls se habrían quedado atados de pies y manos en términos salariales ya que para el próximo curso LaVine tan solo percibirá 19,5 millones, muy por debajo de su valor de mercado. Al haber optado por no firmarle la extensión por el momento la franquicia ha podido acometer todos estos movimientos, aprovechando al máximo ese espacio de 14 millones del que disponía en esta Agencia Libre y rodeando al escolta y a Vucevic de los jugadores adecuados para lograr regresar a los Playoffs.

Esto tiene una contrapartida arriesgada por parte de Chicago puesto que, en caso de que el proyecto no termine por funcionar del modo que se espera, corren el peligro de que LaVine decida no renovar y salga de los Bulls sin nada a cambio y sin poder firmar a otro Agente Libre de su calibre porque estarán atados a los vínculos antes mencionados. Curiosamente, si el escolta de 25 años optase por renovar en el verano de 2022, este podría ser el primer jugador en la franquicia en igualar o incluso superar el mítico salario de Michael Jordan en 1998 de 33,1 millones. LaVine sería perceptible de recibir el 30% del cap, lo que crecería al 35% si entrase en un quinteto All-NBA, significando una cantidad entre los 35,7 y 41,7 millones anuales, es decir, un máximo o un supermáximo.

La firma de DeRozan resulta interesante porque, aunque LaVine no renovase, algo que resultaría extraño a día de hoy, los Bulls tendrían un anotador y líder sobre el que apostar y que siempre ha sido alguien de garantías. De este modo, el californiano junto a Vucevic y Ball podrían ser las caras de un periodo de transición hasta encontrar la pieza decisiva que sustituyese al jugador de 25 años. 

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.