La noche del jueves de NBA tendrá varios platos fuertes, y uno con un toque especial. Es que la visita de Houston Rockets a Oklahoma City marcará el regreso de Carmelo Anthony a la casa del Thunder, el equipo que lo tuvo entre sus filas durante la temporada pasada.
Desde lo deportivo, no fue la mejor experiencia para el alero de 34 años, quien llegó traspasado desde New York Knicks y se lo pensó para armar un trío prometedor junto a Russell Westbrook y Paul George, aunque nunca encontró una dinámica positiva en la cancha y tuvo su temporada más floja en cuanto a números, promediando 16,2 puntos, 5,8 rebotes y 40,4% de campo. Sin embargo, desde lo sentimental, no será un encuentro más.
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"Volver a OKC significa hacerlo a un lugar especial, porque se trata de una clase de organización, equipo y comunidad que me abrió los brazos y me recibió de la mejor forma. Realmente me sentí parte de la comunidad el año pasado", comentó Carmelo.
Además, claro, se trata de un choque de dos equipos que navegan por buenos momentos después de comienzos de temporada un tanto flojos. OKC (Westbrook será duda por un esguince en un tobillo) arrastra seis victorias consecutivas, mientras que los de Texas llevan tres festejos en fila, seguidilla que coincide con un crecimiento de Melo, quien promedió 17,7 puntos en estos duelos (contra su 14,7 de la 2018-2019).