889 tiros libres intentados y 820 convertidos. Un 92,24% de acierto desde la línea de castigo. Eso obtenemos si sumamos los lanzamientos de falta intentados por Calvin Murphy y Rick Barry en las temporadas 1978-1979 y 1979-1980, cuando los dos jugadores, dos estrellas de la década del 70, compartieron equipo en Houston Rockets.
Fue la única vez en la historia de la liga en la que dos de los 10 jugadores con mejor efectividad en tiros libres de la historia de la NBA fueron compañeros y por eso repasamos a continuación repasamos los números de esta curiosa situación.
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Murphy, un base de 175 centímetros que jugó toda su trayectoria como profesional en los Rockets, incluso desde que estos estaban en San Diego en 1970, era un favorito de los fanáticos por su estilo veloz y su coraje, además de su talento: es el jugador de menor estatura en haber llegado al Salón de la Fama, tras promediar 17,9 puntos y 4,4 asistencias en 1.002 partidos de temporada regular.
Barry, un alero talentoso, de 2,01 metros y con una increíble capacidad de anotación, también está en el Salón de la Fama, aunque durante su carrera se ganó pocas simpatías por llevar una actitud arrogante. Tenía con que sostener esa arrogancia: fue ocho veces All-Star en la NBA y cuatro en la ABA, lo escogieron como MVP de las Finales de 1975, fue el máximo anotador de la temporada 1966-1967 (35,6 puntos por partido) y ganó el premio de Rookie del Año en 1966.
¿El punto en común entre ambos? Una mano prodigiosa para los tiros libres, además de técnicas no demasiado ortodoxas (o totalmente heterodoxa en el caso de Rick).
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Murphy, que metió 3.445 lanzamientos sobre 3.864 intentos en su carrera, tenía un estilo medio "robótico", con los pies más abiertos que lo normal, mientras que lo de Barry directamente todavía puede causar risas al verlo. El ex jugador de Golden State lanzaba el balón desde abajo de su cintura, tomándolo con una mano de cada lado. Lo menos ortodoxo posible, pero totalmente efectivo: encestó 5.713 tiros de 6.397 intentos entre 1965 y 1980.
El primero en lograr un récord gracias a los tiros libres fue Barry: en la temporada 1978-1979 metió el 94,7% de sus intentos, fallando sólo en nueve de 169. Así dejó atrás la marca de 94,5% establecida por Ernie DiGregorio en 1977. Sin embargo, rápidamente Barry fue superado: se retiró en 1980 y un año después Calvin Murphy dejó atrás su marca, registrando una temporada de 95,8% tras haber estado detrás de la efectividad de Barry en las campañas anteriores.
En el 81 Murphy no se contentó con esa marca y logró otra que registró en el récord Guiness: mayor cantidad de tiros libres anotados de forma consecutiva. El base encestó 81 tiros libres seguidos entre diciembre de 1980 y febrero de 1981, sacándole 21 lanzamientos de ventaja a la plusmarca anterior, que también era de Barry pero databa de 1976.
Esos Rockets de Murphy y Barry, en los que la estrella principal era Moses Malone, no lograron mucho más que dos clasificaciones a Playoffs, y esos récords del "Cohete de Bolsillo" ya no son las mejores marcas (la mejor temporada la posee José Manuel Calderón con un 98% en la 2008-2009) y la mejor racha la registró Micheal Williams con 97 aciertos seguidos en 1993, pero por su talento y sus particularidades, Murphy y Barry nunca serán olvidados.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.