Cade Cunningham y una tendencia con dos lecturas

Author Photo
Cunningham

Cuando observamos lo que ha sido este primer mes de acción profesional de Cade Cunningham, número uno del pasado Draft, hay varias lecturas por hacer. Para empezar, en términos de estadísticas básicas, vemos a un jugador productivo en diferentes rubros, capaz de completar la planilla estadística: promedia 14,1 puntos, 6,3 rebotes y 4,6 asistencias, además de 1,2 robos y 0,6 tapones. Claro que el saldo es bastante menos positivo cuando a esos números le agregamos el factor porcentajes: apenas lanza un 37,1% de campo y un 28,7% en triples durante estos primeros 17 encuentros con los Pistons.

De todas maneras, nada de esas cifras son para preocuparse. Después de todo, hablamos de un novato que arrancó la temporada complicado físicamente y que a diferencia de otros rookies, tiene una responsabilidad creativa que hace que las defensas pongan mucho más el enfoque sobre él. Por otro lado, la tendencia de Cunningham está siendo claramente al alza, especialmente si miramos unos tres últimos partidos realmente sensacionales de su parte: 20 puntos, 6,7 rebotes, 2,7 asistencias, 55% de campo y 52% en triples en 32,7 minutos.

Y todo frente a rivales cuanto menos competitivos como Suns, Lakers y Blazers.

El inicio NBA de Cunningham puede haber sido algo más irregular del ideal que se busca para un primer pick, pero está claro que todo apunta a que con el tiempo, los Pistons encontrarán a una estrella extremadamente productiva y capaz de desequilibrar con el balón en las manos. Sin embargo, donde sí vale más poner el foco es en una área específica que lejos de ser alarmante, al menos llama la atención. Hablamos de los tiros libres... o más precisamente, de la inhabilidad de Cunningham para conseguirlos, con una producción que de mantenerse durante toda la temporada, sería una de las más bajas de todos los tiempos.

Un problema de profundidad

Cade Cunningham

En 13 de los 17 partidos que ha disputado hasta ahora, Cade ha tomado dos o menos libres. Y en 8 de ellos directamente no ha ido a la línea. Un problema que también se le había observado en la Summer League: solo dos libres en 83 minutos totales. Y si bien esto podría ser visto como poco llamativo para otra clase de jugador, tiene muy pocos precedentes para perimetrales con su volumen ofensivo y estilo de juego.

El free throw rate mide la cantidad de tiros libres tomados por cada lanzamiento y en el caso del novato de los Pistons aparece un registro bajísimo de 0,133. He aquí lo interesante: en la historia de la NBA, si tomamos a jugadores con la carga ofensiva de Cade en cuanto a lanzamientos (14,1 por partido) y porcentaje de uso (25,6%), esa marca de 0,133 sería la cuarta más baja de todos los tiempos. Por atrás solo quedarían un pivote triplero como Nikola Vucevic en la 2020-2021 (0,112) y dos perimetrales tiradores como Dell Curry en la 1993-1994 (0,114) y Buddy Hield en la 2019-2020 (0,117). Jugadores que claro está, tienen un rol muy diferente al de Cunningham, en cuanto al tiempo que pasan o pasaban con el balón en su poder.

Es lógico que alguien como Dell Curry, especialista en jugar sin la bola y en recibir y tirar, fuera poco a la línea de libres. Pero en alguien que crea constantemente desde el pick and roll y juega como base... es mucho más peculiar. Hoy terminaría en el puesto 902 entre los 905 jugadores que han cumplido con esos requisitos mencionados a lo largo de la historia (el líder es Charles Barkley en la 1987-1988 con un free throw rate de 0,741).

Lo curioso es que esa falta de tiros libres no se vincula a pocos intentos en la pintura. De hecho, su mapa de tiro sigue bastante el ideal que se busca hoy en día, con disparos mayormente de tres puntos y en las cercanías al aro, limitando al máximo la media distancia.

Cade

El 36% de los disparos de Cunningham llegan a menos de 3 metros del aro, lo que hace todavía más llamativo ese déficit a la hora de conseguir infracciones. Y sí, es cierto que los rookies suelen recibir menos cobros de los árbitros y tampoco tienen la experiencia como para vender faltas, pero aún teniendo en cuenta de todo eso, vemos que lo de Cade se va a un extremo muy pocas veces visto.

Entonces, ¿dónde radica exactamente el problema? Todo parece apuntar a cierta falta de agresividad y profundidad a la hora de buscar los contactos en esas penetraciones. Es que estamos viendo a un Cunningham que cuando pisa la pintura, abusa de la flotadora y de tiros intermedios, sin ponerle presión a los grandes rivales. Aquí lo vemos claramente en esta acción ante Brooklyn con un defensor mediocre como Blake Griffin adelante.

En lo que llevamos de temporada, Cunningham ha tomado 53 lanzamientos en el aro (bandejas, volcadas) y 49 en sus alrededores (mayormente flotadoras). Una relación que está lejísimos de un ideal. Solo como comparación por tratarse de un jugador con el que se vinculaba su juego, podemos marcar que como novato, Luka Doncic llevó esa relación a un mucho más lógico 518 en el aro vs. 215 en los alrededores. Otro número que dice mucho: en los 533 minutos que lleva hasta ahora, Cade apenas ha registrado una acción de 2+1, la cual llegó tras tomar un rebote ofensivo y no desde una penetración.

Claro que a esta debilidad que por ahora es evidente, podemos darle dos lecturas. Una es la más negativa, pensando que esa falta de agresividad o predisposición al contacto de Cunningham puede complicar su desarrollo. Y la otra, una que parece más lógica: entender que si aún sin eso, hablamos de un jugador que ya está poniendo números muy interesantes para un novato, el futuro podría ser extremadamente promisorio si a esas virtudes logra agregarle algo tan importante como un juego más físico y profundo. Solo el tiempo dirá cuál es la lectura que termina imponiéndose. 

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.