Si bien apenas van dos partidos (y ni siquiera todos los equipos han completado esa cantidad de encuentros), ya se puede decir que Brooklyn Nets es uno de los grandes protagonistas de este comienza de temporada. El conjunto de Steve Nash despertaba enorme expectativa por esta primera versión con su plantel completo, con la recuperación de Kevin Durant y Kyrie Irving para liderar el barco. Y vaya si ha estado a la altura de lo que se esperaba. Dos triunfos aplastantes, uno ante un equipo inferior (Golden State Warriors) y otro ante un 'par' del Este como Boston Celtics, en Navidad. Victorias por 26 y 28 puntos, respectivamente, que lo transforman en el primero en ganar los dos primeros partidos de una temporada por 20 o más desde los Lakers de la 2008-2009, quienes terminaron siendo campeones.
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De todas maneras, los números quedan en un segundo plano. Lo mejor de que ha mostrado Brooklyn está en las sensaciones, porque mostró síntomas de un verdadero candidato, de un equipo especial y con las herramientas necesarias para aspirar a la corona. Ahora bien, tampoco se puede realizar una sentencia por dos partidos y otros tantos de pretemporada. ¿Pero qué es real, qué se puede sostener en el tiempo y qué no? Veamos cinco puntos.
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Kevin Durant, en modo MVP: sostenible
¿De verdad pasó un año y medio entre aquel Juego 5 de las Finales 2019 y este estreno de temporada? KD sufrió una de las lesiones más temibles para un deportista, la rotura del tendón de Aquiles (pierna derecha en su caso), un problema que generalmente terminó impactando de manera negativa en cada jugador que lo sufrió. Pero cómo no ilusionarse con un regreso a su versión pre-lesión con lo visto hasta acá.
Después del encuentro de pretemporada ante Boston, su ex entrenador Steve Kerr remarcó: "Debería asustar al resto de la liga. No pude notar una diferencia entre lo que veíamos hace 18 meses y lo de ahora". Era pretemporada y KD ya mostraba su mejor cara, que se extendió al inicio de la Fase Regular: 22 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias y 3 robos en 25 minutos ante los Warriors, y un show sensacional ante los Celtics: 29 tantos (9-16 campo, 3-4 triples, 8-9 libres), 4 tableros, 3 asistencias y 2 robos en 33 minutos.
Su tercer cuarto ante Boston, donde anotó 16 tantos, fue un mensaje de "estoy de regreso" más que claro. Dominante, haciendo gala de esa capacidad de indefendible que siempre lo caracterizó y con arranques explosivos y sin rastros de merma física.
¿Por qué es sostenible? Porque si esto puede hacer en apenas dos partidos, en un equipo que no le demandará una carga extrema porque tiene compañía, qué pensar de lo que puede hacer en unos meses, cuando recupere verdaderamente sus piernas y gane ritmo de competición. Muchos dirán (y con razón) que, al momento de su lesión, Durant era el mejor jugador del mundo (sí, por encima de LeBron James). A los 32 años, encara con enorme optimismo uno de sus desafíos más importantes. Si la salud lo acompaña, el básquet estará.
Kyrie Irving, ladero de elite: sostenible
El otro gran interrogante de los Nets también tenía la misma duda: el físico. Irving apenas pudo jugar 20 partidos en su primera temporada con Brooklyn, pero parece sano y listo para recuperar su lugar entre los mejores de la competición. Es más, en su caso hay un desafío extra por cerrar algunas bocas que cuestionan su rol fuera de la cancha. Pero en lo deportivo, lo de Kyrie es de lujo.
26 puntos ante Golden State, 37 (más 6 rebotes y 8 asistencias) ante Boston. Ambos partidos por encima del 60% de campo, con un acumulado de 11 de 17 en triples. Además, luce en un entorno que potencia sus virtudes y lo hace sentir cómodo como pocas veces lo estuvo en su carrera. Al igual que Durant: si la salud lo acompaña, el básquet estará.
La efectividad del plan ofensivo: sostenible
Está claro que no se puede juzgar por dos encuentros, pero mirando hacia adelante, hay buenas sensaciones para la propuesta de Brooklyn. Defensivamente tienen herramientas (colectivas e individuales) como para cumplir en ese apartado, pero lo mejor llega en ataque. Se vio una suerte de "turnismo" entre KD e Irving, LeVert sosteniendo la segunda unidad, y una enorme cantidad y calidad de complementos que se acoplan y cumplen, aprovechando los espacios que generan las estrellas.
¿Está bien confiar en el talento de dos estrellas como principal vía? Podemos citar a los Lakers campeones con LeBron y AD como ejemplo más reciente. Y en este caso se puede ser más optimista incluso, porque Durant e Irving están entre los cinco (quizás tres) jugadores más desequilibrantes e implacables en el uno contra uno, con un nivel técnico superior y mentalidad ganadora y matadora. Es más, ambos ya saben lo que es ser campeones con otros jugadores dominantes al lado (KD con Curry, Kyrie con LeBron).
Depender de uno puede ser complejo en muchas oportunidades. Pero acá son dos. Y si se necesita uno más, puede resolver LeVert. Y si hiciera falta otro, está Dinwiddie. Los Nets tienen capacidad de resolución individual como pocos (o nadie) en la liga, y lo mejor es que todas las piezas parecen tener el deseo de, además, funcionar como bloque. Punto a favor también de un Nash que, conocedor de vestuarios, parece tener lo necesario para sostener esta química y dinámica.
LeVert como motor de la segunda unidad: sostenible
Quizás acá estaría el primer "pero". Porque si hay una cuestión que parece ser debatible en el encaje del plantel es la ubicación de LeVert al lado de Durant e Irving, ya que necesita la pelota para ser efectivo y aún no es un tirador peligroso (aunque sigue en ascenso). Pero esta función como sexto hombre lo puedo poner en un lugar top, incluso uno de candidato al premio al mejor de la temporada.
Es cierto que, en partidos cerrados, este sexto hombre debe cerrar junto a la mayoría de los titulares (sobre todo si es LeVert). Pero así y todo haya dudas sobre esa combinación, su capacidad para comandar la segunda unidad supera a esas dudas. Con Durant e Irving en el banco, LeVert tiene la pelota y el protagonismo para hacer todo lo que quiere con el equipo, y ha dejado claro que tiene una capacidad de resolución muy buena con el balón en sus manos. Es genial en el uno contra uno, puede desnivelar a voluntad, tiene toque para definir cerca del aro, visión para pasar...
Está promediando 15,0 tantos, 5,0 rebotes y 4,0 asistencias en estos dos primeros partidos. Pero, sobre todo, está sosteniendo de manera genial cada descanso de las estrellas. Y puede seguir haciéndolo.
Jordan-Allen, división de minutos: en duda
Nash optó por la experiencia de DeAndre Jordan por encima de la juventud y el potencial de Jarrett Allen a la hora de buscar el pivote titular. Y más allá de etiquetas (quizás a DJ le importa más el hecho de iniciar, mientras que Allen puede ser más manejable en ese sentido), todo parece ir por el camino de repartir los minutos de manera equitativa. ¿Cuánto se podrá sostener? La realidad es que el techo de Allen es superior, por capacidad defensiva, protección de aro y resolución ofensiva. De hecho, ya ha jugado y rendido más:
- DeAndre Jordan: 4,0 puntos, 9,0 rebotes, 1,5 asistencias, 1,5 tapones en 18,0 minutos
- Jarrett Allen: 8,5 puntos, 9,0 rebotes, 1,5 asistencias, 3,0 tapones en 20,5 minutos
¿Se animará Nash a darle los minutos que merece el joven? Su papel debería crecer, pero eso quizás podría afectar el rol de un experimentado con buena relación con las estrellas. Veremos cómo evoluciona esta pelea por minutos en una posición que, sin dudas, parece cubierta de gran forma.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.