Boston Celtics desactivó los 44 puntos de Bradley Beal para firmar su mejor comienzo de temporada desde 2007

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Kemba, Smart, Pierce, Garnett, Celtics

Hay ciertas cosas que permancen inalterables en el básquet. La altura entre el aro y el suelo se ha mantenido siempre a 10 pies desde que Naismith colocase los cestos de fruta desde aquel diciembre de 1891, y los Boston Celtics de Brad Stevens nunca han dejado de estar en lo más alto desde que el técnico resucitase a los verdes tras una temporada de transición. El equipo de Massachusetts ha sumado su novena victoria de la temporada (todas seguidas) en un reñido encuentro ante Washington Wizards, que se lo llevó por 140 a 133, haciendo de su mesura y acierto la receta para frenar la maravillosa actuación de Bradley Beal (44 puntos)

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Los "orgullosos verdes" han tenido que sufrir lo que no está escrito en un encuentro marcado por el regreso de Isaiah Thomas a la que fue su casa durante un corto periodo que caló muy hondo en la franquicia de Boston. El nuevo ídolo de la afición Celtic, Kemba Walker, tiró del carro para liderar una ofensiva que se demostró devastadora, finalizando tres de los cinco titulares por encima de los 20 puntos y siendo el base nacido en Nueva York el máximo anotador con 25 tantos. Junto a él, Jayson Tatum mostró su mejor versión ofensiva con un 9 de 20 para 23 puntos, mientras que Jaylen Brown con 22 tantos completó el trío. 

En el otro opuesto, Bradley Beal combinó en su ser un tercio de la anotación de los capitalinos, acumulando 44 puntos a razón de 17 de 27 tiros de campo, potenciado por 4 de 6 en triples, a lo que agregó 5 rebotes y 6 asistencias. Sin embargo, el apoyo recibido por el resto de sus compañeros, aunque loable, no estuvo a la altura de los verdes, siendo Thomas el más destacado con 18 puntos partiendo de titular, y otros 21 del novato japonés Rui Hachimura. 

Boston sigue al mando de la Conferencia Este sin ningún atisbo de duda al respecto de su rendimiento y, si bien sus rivales no fueron los más complejos, el hecho de atesorar 9 triunfos en 10 encuentros no les quita mérito para ser considerados a día de hoy el rival a batir. De hecho, este triunfo casi in extremis representa el mejor arranque en los primeros diez encuentros de liga desde aquella épica temporada 2007-2008, con idéntico balance. 

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Washington por su parte encadena tres derrotas, que no hacen justicia a su impecable competitividad noche tras noche, pero que los relega al penúltimo puesto de la Conferencia, solo por delante de los Knicks. Próximamente tendrán la oportunidad de resarcirse ante los Wolves en la noche del viernes.

Emulando a Paul Pierce y Kevin Garnett

Kemba, Smart, Pierce, Garnett, Celtics

La historia de por sí no representa nada ni justifica ningún hecho, pero sí que es cierto que refuerza argumentos y sirve como hilo conductor para narrativas y tendencias. Así, poco o nada guardan en común los Boston Celtics que hoy comandan la Conferencia con aquel equipo que Doc Rivers convirtió en campeón. Doce años separan el 9-1 con el que los de Massachusetts han arrancado la presente campaña y aquel equipo que firmó su noveno triunfo un 21 de noviembre de 2007 ante los Golden State Warriors.

Los precedentes son eso, registros anclados en el tiempo de figuras que realizaron un acto con anterioridad, pero en la épica reside la esencia del deporte, en la consecución y emulación de viejos hitos. Los actuales Celtics han superado a dos de sus verdugos la pasada campaña como Bucks y Raptors, así como a algunas de las sorpresas del presente curso como Mavs y Spurs, cayendo solo ante 76ers. En análisis comparativo el calendario de los verdes en la 2007-08 no fue muy dispar, ante equipos que ese año no desplegarían su mejor básquet (Heat, Pacers o Hawks), pero sí que tuvieron que sufrir ante rivales de conferencia duros de roer como Wizards, Raptors o Nets. 

La novena victoria vendría en aquel 2007 ante unos Warriors que venían de ser la Cenicienta del curso pasado tras tumbar a los Mavs, un equipo entrenado por Don Nelson que sufrió un arranque negativo (3-7) y que no pudo hacer frente al tridente formado por Ray Allen (21 puntos), Kevin Garnett (20 puntos) y Paul Pierce (19 puntos) en la victoria de los de Doc Rivers por 105 a 82.

Aquel año, más allá del anillo ante los Lakers, los Celtics fueron una máquina imparable en defensa con la unión de Perkins y Garnett que, en una NBA focalizada en la pintura, resultaba devastador. Solo así se explica que llegados a enero su récord fuese de 30-5 y su defensive rating no superase la centena (98,9 puntos por 100 posesiones). 

Los Celtics de Stevens están funcionando a la perfección, el encaje de Kemba ha sido inmediato y el paso adelante realizado por Brown está dando sus frutos. Queda por ver la adaptación de Kanter al sistema del equipo, cómo afecta al largo tiempo la baja de Hayward y si adolecerán de presencia interior en el mes de abril. Por delante se viene una gira por el Oeste que pondrá a prueba la solidez del equipo con visitas a Warriors, Kings, Suns, Clippers y Nuggets.

Boston piensa a lo grande, como siempre ha sucedido, y Stevens quiere demostrar que lo sucedido el pasado año es apenas un asterisco en su carrera.

Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o sus asociaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.