Aún con todos los problemas que han tenido que afrontar en este comienzo de Fase Regular, con lesionados, suspensiones y varias piezas importantes en un bajo nivel, los Denver Nuggets se están ingeniando para presentar uno de los mejores récords de la Conferencia Oeste: tras vencer a los Hawks este viernes, quedaron con marca de 8-4, igualados en la tercera posición. Y si bien el principal argumento para ese registro se llama obviamente Nikola Jokic, hay otros factores que empiezan a empujar al equipo hacia arriba. Y dentro de ellos, ninguno genera más ilusión que el nivel de Bones Hyland.
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El rookie ya había mostrado su talento ofensivo en la Summer League y en la pretemporada, pero tardó algunos partidos en tener su chance en la 2021-2022. Aunque claro, la segunda unidad de los Nuggets hizo agua en esos encuentros, evidenciando claramente la falta de un anotador en esos quintetos de relevos. Fue allí donde Hyland recibió la confianza de Malone y empezó a desplegar sus condiciones, con una evolución que crece exponencialmente de partido a partido.
Sus últimas dos presentaciones han marcado máximas en la corta carrera del ex VCU: anotó en doble dígito por primera vez ante Indiana (12 puntos y 4 asistencias en 21:51 minutos), mientras que ayer ante los Hawks tuvo una noche inspirada, terminando con 15 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias y un 5-10 de campo en 21:04 minutos. El oriundo de Delaware ya es un favorito del público en el Ball Arena y motivos no le faltan a los fanáticos.
El despegue de Hyland no solo es positivo para los Nuggets desde el plano individual, sino también por lo bien que encaja en las necesidades del equipo. El ingreso de Monte Morris al quinteto inicial dejó al banco de Denver demasiado carente de puntos, algo que como mencionamos, golpeó fuerte durante las primeras semanas de Fase Regular. Y más allá de tratarse de un novato que va a cometer errores y seguramente tener cierta irregularidad, Bones luce exactamente como ese proveedor de ofensiva instantánea en el rol de sexto hombre.
Los números apoyan esa idea de Hyland como especialista ofensivo. De hecho, sus 17,8 puntos cada 36 minutos ya son la segunda mejor marca entre los jugadores habituales de rotación, solo por detrás de los 28,1 de Nikola Jokic. Y no solo eso, sino que también aparece con el segundo mejor registro en términos de asistencias (4,9 por 36), también por detrás de Jokic.
Y hay más: con él en cancha, Denver anota 110,5 puntos cada 100 posesiones. ¿Sin él? Apenas 104,5.
The kid has confidence (and plenty of it) 🦴
— Denver Nuggets (@nuggets) November 13, 2021
You know we had to go with @BizzyBones11 for tonight's @BallCorpHQ Shot of the Game! pic.twitter.com/F1kSp1ZeDD
Lo de Hyland en ataque es indiscutible, aunque también es cierto que su perfil en defensa presenta muchas más dudas. Porque así como el rating ofensivo sube 6 puntos con su presencia, el defensivo baja casi 10: permiten 109,5 puntos por 100 posesiones con él en cancha pero solo 99,7 cuando está afuera. Algo que se explica fácilmente al ver jugar al novato, quien todavía comete varios errores de ubicación y enfoque en ese costado del campo, además de pagar su falta de potencia física.
Claro que al menos por ahora, Denver puede convivir con esas flaquezas en la marca: los Nuggets tienen la segunda mejor defensa de la liga (rating de 101,1), por lo que tener apenas un eslabón débil en la rotación está lejos de ser una preocupación. Más aún cuando ese eslabón irá mejorando al ganar experiencia y puede ser compensado por compañeros mucho más aptos en esa área: los dos jugadores con los que más minutos ha compartido cancha Hyland son PJ Dozier (83) y Austin Rivers (72), quienes destacan justamente por su rendimiento en esa faceta.
Una ramificación del crecimiento de Hyland ha sido la salida de Facundo Campazzo de la rotación de los Nuggets. El cordobés venía jugando cada vez menos y ante los Hawks no pisó la cancha. Claro que eso no solo se explica por el rendimiento de Bones, sino también por lo flojo que ha sido el comienzo de Fase Regular del base argentino. La buena noticia para Facu es que su presencia en cancha es totalmente compatible con la de Hyland, quien como vimos necesita de esos buenos marcadores rodeándolo. Por ahora esa función ha quedado en manos de Rivers, pero el hijo de Doc está produciendo incluso por debajo de lo de Campazzo: solo promedia 1,7 puntos y 0,7 asistencias en 12,9 minutos, con un 23% de campo y un 14% en triples.
Facu debe dar un paso adelante para volver a la rotación. Pero la puerta está abierta para recuperar esos minutos y transformarse en un ladero ideal para que Hyland siga explotando todas sus virtudes y escondiendo al máximo sus defectos.
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