Australia acompañará a España en las semifinales del Mundial de básquet 2019 tras conseguir la victoria ante una trabajadora República Checa (82-70), que se negó a darse por vencida en ningún momento. El equipo australiano tuvo que emplearse a fondo con los europeos y dar lo mejor de sí mismos en un choque que definiría el resto de la fase final. Patty Mills fue el nombre propio de la primera parte, acabando el partido con 24 puntos, mientras que tras el descanso fueron Andrew Bogut (10 puntos) y Chris Goulding (14 puntos) quienes aseguraron la victoria.
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Por otro lado, Tomas Satoransky no fue suficiente para los checos en una noche en la que se quedó a tan solo un rebote de firmar el primer triple-doble de un Mundial. El jugador de los Bulls finalizó el choque con 13 puntos, 13 asistencias y 9 rebotes. Sin embargo, fue Patrick Auda quien lideró a los checos en anotación gracias a sus 21 puntos, con un 73% de acierto.
El equipo australiano aseguró la victoria en un inicio de tercer cuarto excelente, dejando en la estacada a sus rivales y dominando con un contundente 30-18. Los europeos se aferraron al partido y disputaron un último asalto magnífico, pero Patty Mills anotó 5 puntos sin fallo desde la larga distancia para finiquitar su pase a semifinales.
Esta victoria de Australia permite a España clasificarse automáticamente para los Juegos Olímpicos junto a Francia.
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República Checa irrumpió en los cuartos de final con un planteamiento defensivo magnífico, dejando a Australia en la menor anotación en un primer cuarto de todo el campeonato con un resultado de 17 a 17. Patty Mills se puso el equipo a la espalda con 13 puntos, demostrando su talento ofensivo y preparación para la ocasión. Mientras, los checos encontraban espacios moviendo el balón, controlando perfectamente el ritmo de la mano de Satoransky.
El segundo cuarto mantenía ese ir y venir, la velocidad de juego era vertiginosa y todo se decidió desde el puesto de base. Los australianos, encomendados al acierto de Mills, sufrían de lo lindo para superar a un rival que parecía conocer todos y cada uno de sus movimientos. Un parcial de 5-0 al borde del descanso por parte de Australia, fundamentado en la defensa del perímetro, permitió a los oceánicos liberarse, tomar aire y vencer por 33 a 30.
Los checos abrieron la segunda parte con un parcial de 4-0 favorable, respondiendo rápidamente el equipo australiano, sin dar opción a que los europeos se confiasen. La dureza de la dupla interior formada por Baynes y Landale no intimidó a un Satoransky que se estrenaba con 7 puntos casi consecutivos y que ponía el triple-doble a tiro de piedra tras zafarse de la férrea defensa de los oceánicos. Un nuevo parcial de 10-0 liderado por Dellavedova y Bogut abrió la brecha y ponía a República Checa contra las cuerdas.
Ese brillante inicio del tercer cuarto dejó desprovistos a los checos, que no supieron reaccionar a esos 14 puntos de Chris Goulding y compañía, consiguiendo Australia ganar el periodo por un contundente 30 a 18 que dejó el pase a semifinales encarrilado.
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Pero la República Checa no iba a rendirse tan fácilmente, y Pumprla lideró un comienzo increíble de 7-0 que redujo drásticamente la diferencia a favor de los europeos. Ingles embarró el encuentro con su clásico juego y relentizó el ritmo del mismo después de que Chequia hubiera conseguido abrir el campo y jugar por encima de la línea de tres. Auda tiró del carro desde el triple, pero fue Bogut el encargado de acabar poco a poco con las esperanzas de los europeos. Sin embargo, Patty Mills sentenció el choque desde el triple y finiquitó la victoria por un 82-70, acabando con 24 tantos.
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