NBA Playoffs 2021: Austin Rivers y su noche de redención con Denver Nuggets en una temporada especial

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Austin Rivers

Cada uno de esos 16 puntos en el último cuarto, cada uno de sus cuatro triples en ese parcial final, fueron mucho más que un aporte esencial para ganar un partido de enorme valor y a domicilio en los Playoffs. Fueron mucho más que la carta necesaria de Denver Nuggets en el momento justo, el toque preciso para encaminar el 120-115 final ante Portland Trail Blazers que dejó 2-1 esta Primera Ronda del Oeste. Para Austin Rivers, su enorme partido es una suerte de redención que representa apenas un paso más en un proceso más o menos de sanación después de, probablemente, los peores momentos de su carrera.

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"Este chico estuvo en su casa esperando que sonara el teléfono durante dos meses y medio. Y no sonaba. Y es un buen jugador", enfatizó Michael Malone en el inicio de su rueda de prensa, poniendo en valor este presente con sonrisa para el escolta de 28 años, quien ha vivido una montaña rusa hasta esta producción notable con 21 puntos (5-10 triples, mejor marca personal en conversiones a distancia en postemporada), 4 rebotes y 2 asistencias en 37 minutos de acción.

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Es que su inicio de la 2020-2021 tenía una situación completamente diferente, ya que se encontraba en un nuevo desafío con New York Knicks, donde pensaba que iba a resultar una pieza valiosa para la nueva estructura de Tom Thibodeau. Nada más cercano a lo que terminó pasando. Poco a poco empezó a perder terreno, y la llegada de Derrick Rose terminó de condenar su lugar en la rotación. Apenas 21 partidos y 21,0 minutos de promedio (7,3 puntos), y fuera del plan de uso de NY desde el 13 de febrero, día en que jugó sus últimos minutos en la Gran Manzana. Desde allí, una espera hasta el deadline del 25 de marzo que decantó en su traspaso a Oklahoma City Thunder, donde fue una simple pieza de acomodo salarial.

Tres días más tarde llegó oficialmente su corte en OKC, que no lo tenía como parte de su realidad. Y desde ahí, la espera. Una larga espera hasta que, el 20 de abril, llegó su contrato de 10 días con los Nuggets, necesitados de piezas en su posición tras las múltiples lesiones en el equipo. No necesitó mucho tiempo para que luego se confirmara su lugar para el resto de la temporada, ya que mostró justo lo que el equipo pedía: capacidad de resolución, correcta defensa y experiencia.

Austin Rivers

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"Estuve mucho tiempo esperando que el teléfono sonara. Todo lo que recibía era que muchos equipos estaban interesados en mí pero no sabían cómo era mi carácter y cómo iba a encajar en el vestuario. Mi condición como jugador no era el tema sino cómo era como persona, lo cual era aún peor para mí. Yo sé cómo soy. A comienzo de año no fui perfecto en algunas situaciones, pero todo pasa por una razón. He crecido muchísimo como ser humano en este tiempo, más que como jugador. Me mantuve paciente, preparado y en forma esperando que alguien me llamara. Denver, Coach Malone y Tim Connelly (Presidente de Operaciones de Básquet) me llamaron y me dijeron que sabían lo que podía traer al equipo. Y acá estamos. Se siente bien, realmente bien", relató un reflexivo Rivers después de su producción en el Juego 3.

El jugador siguió su relato, dejando en claro que vivió meses de mucha introspección, de constante aprendizaje más allá de los golpes. "Este deporte te puede hacer sentir lo más abajo en el mundo, les juro que algunas noches te puedes sentir muy abajo. Pero al mismo tiempo te puede hacer sentir muy bien con vos mismo. Es un deporte hermoso y todo lo que me ha pasado en los últimos meses me ha enseñado a que no se puede tomar nada por sentado, y me ha ayudado a jugar con una carga diferente sobre mis hombros, un hambre diferente", detalló. "Me prometí a mí mismo que nunca más iba a volver a estar en una situación así, sin importar lo que pase jugaré con toda la energía que tenga".

El haber llegado a un lugar como Denver no pudo resultar más perfecto para Rivers. "Sabían quién era y qué tipo de jugador soy. Lo vieron y creyeron en mí. No es normal que sean son receptivos, pero acá me dieron una bienvenida muy cálida, mucho más allá de cualquier cosa que haya experimentado en mi vida. Eso te impulsa la confianza. Acá todos se apoyan, somos realmente un equipo y es divertido ser parte de algo así. Nunca he estado en un lugar donde pueda encajar de esta manera, no sólo en cuanto al básquet sino desde la cultura", ponderó.

Pero claro, más allá de lo que ayudaron los Nuggets, el mirar hacia adentro fue lo que disparó la recuperación. "Al final de cuentas, mucho de lo que te pasa es por uno mismo. Y eso me llevó a encontrarme a mí mismo en cuanto a cómo tenía que afrontar este juego. Nadie me cuestionaba mi juego ni mi ética de trabajo, sino mi carácter. Y esa parte fue la más dura porque no sabía cómo trabajar sobre eso, cómo podía trabajar sobre algo si siempre me sentí como una buena persona. Siento que lo soy, he tenido una buena relación con mis compañeros en donde estuve. Y lo mejor que se puede hacer es ser honesto con uno mismo. De esa manera pude salir, dándome cuenta que tenía mucho trabajo por hacer conmigo mismo", renoconió Rivers, quien cerró: "mi proceso sigue, estoy lejos de ser algo terminado. Pero todo esto fue una experiencia humilde que me hizo mejor jugador y persona".

Rivers está teniendo una sólida Primera Ronda ante los Blazers, con promedios de 12,0 puntos (44,4% triples en 6,0 intentos), 3,0 rebotes y 2,3 asistencias en 30,1 minutos necesarios para unos Nuggets tocados (sin Murray, Barton ni Dozier). Pero claro, lo suyo va más allá de estos números. En Denver ha encontrado el lugar para tener una sonrisa después de meses oscuros.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Leandro Fernández Photo

Editor Jefe de las ediciones en español de The Sporting News.