Ha llegado el momento de la verdad. El finalista del Este podría conocerse en esta jornada NBA en un duelo imperdible. Milwaukee Bucks visita a Atlanta Hawks en un Juego 6 del que pueden salir como campeones de su Conferencia y afrontar unas series por el título, el objetivo último de este plantel comandado por Mike Budenholzer.
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Mientras, los locales harán todo lo posible para impedir no solo que esto suceda, sino para alargar la eliminatoria un duelo más con el reto de lograr la misma meta. Aunque en diferentes momentos de sus respectivos proyectos, Bucks y Hawks han llegado hasta aquí y no hay más horizonte que el siguiente duelo, sin pensar en futuribles e intangibles que nublen su perspectiva, los Playoffs en estado puro.
A continuación plantearemos tres historias a seguir en el Juego 6 entre Atlanta y Milwaukee, pero antes…
¿Horarios y cómo ver el Hawks-Bucks?
El partido, que comenzará a las 19:30 de México y 21.30 de Argentina de este sábado, podrá seguirse a través de NBA League Pass, la plataforma de streaming oficial de la liga, a la cual te puedes suscribir aquí. Además, en México irá por TUDN.
1 - La situación de las estrellas
Entre el 3º y el 4º partido de la serie entre Hawks y Bucks ambos equipos se vieron afectados por la plaga que lleva asolando a la liga desde que iniciase el actual curso: las lesiones. Y estas, por desgracia, no afectaron a figuras menores o fueron infortunios sin mayor gravedad, sino que dos piezas vitales para los dos candidatos sufrieron sendas lesiones como fueron Giannis Antetokounmpo y Trae Young.
Durante el tercer partido de la serie, el base sufrió una torcedura en el tobillo derecho al contactar con el pie de uno de los árbitros en la banda. Esto, que en la mayoría de los casos se habría quedado en una simple torcedura, derivó en una contusión ósea que ha hecho que su presencia en el resto de la serie y de los Playoffs sea una incógnita. Según el último informe de lesionados, Young fue listado como cuestionable (50% de probabilidades de jugar) debido a la lesión antes mencionada. En alguien de un tamaño, una rapidez y unas habilidades como las de Trae para el cambio de ritmo y el juego cerca del aro, una dolencia de este tipo, en caso de volver, podría condicionar enormemente su juego.
Mientras, en el lado opuesto se encuentra Giannis, quien en el cuarto partido nos dejó la sangre helada en el momento que, tratando de luchar un rebote con Clint Capela, este cayó apoyando mal su pierna izquierda, experimentando una hiperextensión de la rodilla y congelando el ambiente del StateFarm Arena. Aunque los estudios posteriores descartaron cualquier complicación que afectase al miembro y su estructura, esto no quita que la presencia del griego esté asegurada en el resto de la serie.
Después de perderse el Juego 5 por esta dolencia, en la previa del sexto duelo Antetokounmpo fue listado como dudoso (25% de probabilidades de jugar), lo que no significa en absoluto que vaya a estar listo para vestirse de corto. “Vamos a ir día a día y a ver cómo avanza”, declaró el técnico de Milwaukee. “Cuando hablamos del rango positivo de posibilidades tenemos que ver cómo cayó de un modo correcto, fue una caída muy fea”.
2 - Milwaukee ante la historia
La última vez que Milwaukee Bucks jugó unas Finales de la NBA, Kareem Abdul-Jabbar todavía tenía pelo y no jugaba con gafas protectoras. Han pasado 47 años desde que el estado de Wisconsin disfrutó de sus últimas series por el título en un conjunto donde se encontraban leyendas de la talla de Oscar Robertson, Bob Dandridge o el mencionado KAJ. De hecho, fue hace tanto tiempo que Mike Budenholzer apenas contaba con 4 años de edad.
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Los Bucks están ante una oportunidad única de volver al lugar que nunca debieron haber abandonado y es que de lograr alcanzar las Finales de la NBA se convertirían en el primer equipo desde los Golden State Warriors en volver a jugar unas series por el título tras 4 décadas, pues en 2015 los californianos rompieron la racha de 40 años de vacío (1975).
Mucho ha cambiado la liga desde los años setenta, empezando por el hecho de que los Bucks compiten ahora en el Este y no el Oeste como en 1974, aunque hay ciertas similitudes entre aquellos Chicago Bulls y estos Atlanta Hawks que han conseguido un inesperado resultado con un plantel joven y talentoso.
3 - La resiliencia de Atlanta
En los dos partidos que se han visto obligados los Hawks a jugar sin su principal estrella y guía del ataque han logrado poner contra las cuerdas a los todopoderosos Bucks más de lo que pueda parecer desde fuera.
Si en el primer duelo (Juego 4) sin Young lograron vencer con contundencia (110-88) con un esfuerzo colectivo enorme que tuvo a Lou Williams como líder en anotación y a Bogdan Bogdanovic como uno de los principales generadores de juego, en el segundo (Juego 5), aunque compitieron a gran nivel, no les alcanzó para frenar a un tremendo Brook Lopez (123-112).
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La clave para que Atlanta sea capaz de competir y forzar el séptimo reside en el nivel que pueda ofrecer Kevin Huerter, quien se ha destapado como alguien vital para McMillan. Lejos de ser un tirador unidimensional como en un momento se pensó sobre él, el escolta está demostrando poder rendir en defensa a un nivel excelente, emparejándose con Jrue Holiday y realizando un enorme trabajo en las ayudas y recuperaciones.
La capacidad de los de Georgia para resistir pese a las diferencias de nivel entre su plantel y los de todos los competidores a los que se han medido es envidiable, lo cual ensalza el trabajo de Nate McMillan desde el banco y la compenetración que existe en el plantel, funcionando al unísono y compitiendo al máximo nivel.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente las de la NBA o sus asociaciones.