El aplaudido discurso de Chris Bosh en su entrada al Salón de la Fama

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Chris bosh

Chris Bosh dejó huella como estrella en los Toronto Raptors y después como parte del big-three de Miami Heat que conquistó dos títulos. Sin embargo, el final de su carrera deportiva llegó antes de tiempo por problemas serios de salud. Tuvo que dejar la NBA con 31 años tras disputar 53 partidos en la temporada 2015-2016.

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La primera anécdota de Bosh fue un regalo para Pat Riley, presidente de Miami Heat y ejecutor de la unión de LeBron James, Dwayne Wade y Bosh en Florida. Sin duda, uno de los grandes momentos que deja esta noche del Salón de la Fama. Escena divertida y cargada de emociones.

"Cuando estábamos reunidos en la Agencia Libre de 2010 él (Riley) utilizó todos sus trucos", contó Bosh. "Y antes de irme utilizó el último. Sacó una bolsa donde tenía todos sus anillos. Me dio uno y me dijo que se lo devolviese cuando ganásemos uno juntos. Ni siquiera había aceptado firmar con ellos, pero así es Pat. Al final ganamos dos anillos juntos, pero nunca le devolví el que me dejó. Así que creo que este es un gran momento para hacerlo".

La leyenda de los Raptors también compartió su fascinación por Kobe Bryant, figura que lo inspiró mientras crecía. Fue entonces cuando compartió una historia sobre el equipo de Estados Unidos de 2008, conocido como el Redeem Team.

"Quería establecerme como uno de los líderes jóvenes del equipo desde el primer día, así que mi objetivo era ir a desayunar el primero para comenzar el día", arrancó Bosh. "Me aseguré de despertarme temprano, me vestí y bajé. Pero allí ya estaba Kobe, sentado y sudando. No solo se había levantado antes que yo, es que se había ido a entrenar ya".

"Había jugado días antes en las Finales y yo había terminado la temporada meses antes, pero aun así estaba exhausto", relató el exjugador. "Lo que hizo esa mañana fue incomprensible para mí. Esa dedicación que tenía solo días después de haber perdido las Finales. Aquello me enseñó algo: las leyendas no están definidas por sus éxitos, sino por cómo vuelven de sus fracasos".

Chris bosh

Tras una interesante, emotiva y acertada reflexión sobre los éxitos de las estrellas, en la que dice que es importante transmitir a los niños cómo los grandes llegan a ser lo que son, no porque estén predestinados para ello (la sensación que tenía Bosh creciendo), sino por el trabajo y la mentalidad que tenían cuando la situación era adversa a ellos, dejó el gran momento cómico de su intervención.

"Cuando sonó la bocina y perdimos caí desplomado a llorar. Por desgracia para mí, las cámaras lo captaron. Hay un video en YouTube que se llama ´Chris Bosh llora como una niña pequeña´, lo cual encuentro ofensivo para las niñas pequeñas", contó Bosh entre risas. "Seguro que coincidís conmigo. En ese momento no me sentí ni un All-Star ni un campeón. Me volví a sentir un niño de 11 años que perdía partidos. Pero así es el baloncesto. He dejado mi cuerpo y mi alma en este deporte".

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Las palabras de Bosh estuvieron teñida de emoción y risas durante sus casi 18 minutos de intervención. Sin duda será recordada y visitada durante años, ya que nos ha dejado uno de los mejores discursos de la historia reciente del Salón de la Fama.

"Mis lágrimas después de un partido en Texas cuando me recogía mi padre de niño. Mis lágrimas después de llorar sobre la camiseta de los Lakers que me regalaron. Mis lágrimas en televisión nacional después de perder las Finales. Mis lágrimas cuando supe que no podría jugar más a este deporte", relató un Bosh emocionado. "No fueron finales, fueron inicios. Momentos que me hicieron trabajar más. Y cuando lo pienso fueron más que lágrimas. Fue el agua que permitió a las semillas crecer para que ese chaval que soñaba con el baloncesto pudiese llegar a donde está hoy. Enfrente de sus héroes como parte del Salón de la Fama del Baloncesto".

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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