Isaiah Thomas es el último nombre llamativo en acordar un contrato en la Agencia Libre. El base decidió fichar por Denver Nuggets, en un vínculo que lo unirá a la franquicia por una temporada. Un vínculo que puede generar un gran beneficio para las dos partes.
No hace mucho tiempo que Thomas estaba en boca de todos. Aquella campaña 2016/2017 con Boston Celtics lo tuvo en los primeros planos, con una temporada magnífica en la que fue el tercer máximo anotador de la NBA (28,9 por encuentro), y en donde la liga se sorprendía noche tras noche por su enorme capacidad para brillar, sobre todo en los finales de partidos. Era la cara de una franquicia histórica, rompiendo barreras y hasta ganándose definitivamente el amor de la ciudad al jugar casi con el corazón en la mano en los playoffs después de la trágica muerte de su hermana menor.
Eran épocas en las que se hablaba de la futura firma de un contrato máximo, merecido para alguien que, en aquella 2016/2017, integró el segundo mejor quinteto de la competencia. Sin embargo, el destino a veces suele modificar el curso. Y en la final de la Conferencia Este de ese año 2017 ante Cleveland Cavaliers, su cadera empezó a ser un problema.
Los Celtics tomaron nota y, a fines de agosto de 2017, patearon el tablero y usaron a Thomas como moneda de cambio para conseguir a Kyrie Irving, justamente desde los Cavs. Y para IT4 ya no fue lo mismo.
Primero, porque su lesión recién le permitió volver en enero del 2018. Los rumores indicaron que no estaba cómodo en aquel Cleveland. Y en febrero, poco más de un mes después de regresar a la duela, un nuevo canje, esta vez hacia Los Angeles Lakers, un equipo que, en ese momento, estaba en la clara búsqueda de desarrollar a sus jóvenes y no era un candidato. Incluso, el final de la 2017/2018 lo encontró de nuevo en un quirófano para volver a tratar sus problemas de cadera.
Hoy, a los 29 años y después de haber jugado apenas 32 partidos luego de aquella versión estelar de hace poco más de un año, Thomas encuentra en Denver un desafío ideal para, como hizo a lo largo de su carrera, demostrar de qué está hecho y romper prejuicios. Será con un entrenador que lo conoce y lo valora (Mike Malone lo tuvo en Sacramento en la 2013/2014), y que le dará la oportunidad de sentirse valioso sin la necesidad de asumir un protagonismo central, ya que lo considera como una opción central desde el banco y como reserva de Jamal Murray, el guardia titular. Será, al mismo tiempo, una chance perfecta para recuperar su valor y llegar mejor parado a la próxima Agencia Libre, en 2019.
¿Por qué también es ideal para los Nuggets? Porque es una apuesta con un riesgo muy bajo (un año por el mínimo salarial, unos 2 millones de dólares) que puede tener una ganancia grande. Si Thomas se acerca a algo de lo que fue en Boston, Denver tendrá en sus manos a una pieza que puede potenciar el gran núcleo joven que viene creciendo progresivamente, y que lo puede acercar a ese objetivo de meterse en los playoffs en la dura Conferencia Oeste después de cinco años de ausencia.
Isaiah Thomas y Denver pueden sentirse conformes. La chance, para los dos, parece más que interesante.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.