En la temporada 2015-2016 resultaba impensable creer que Nikola Jokic iba a terminar convirtiéndose cinco campañas después en el mejor jugador de la NBA. Ni siquiera que pudiese llegar a ser un All-Star, un All-NBA o algo más allá de un interior sólido de un equipo aspirante. Simplemente no había precedentes para un jugador elegido en segunda ronda alcanzando semejantes esferas en la liga.
Seis cursos más tarde de que Denver Nuggets usase su elección número 41 en el nativo de Sombor, Houston Rockets no dudó ni un segundo cuando le llegó el turno en el Draft de 2021. Los centímetros en la NBA valen su peso en oro, a veces los dividendos se disfrutan pronto con Karl-Anthony Towns o Joel Embiid, y en otras hace falta que esos gigantes se desarrollen a un ritmo más lento como Bam Adebayo, Deandre Ayton o el propio Jokic. Durante la previa del Draft los texanos tenían claro quién era su objetivo y que debían hacer lo necesario para lograr elegirlo.
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Con tan solo 18 años, Alperen Sengun había emergido como el mejor jugador de la liga turca, llevándose el MVP con la camiseta del Besiktas. Todos los expertos en básquet europeo coincidían en señalar que era uno de los mejores proyectos interiores surgidos de Europa, no solo por su juego de pies y de espaldas al aro, sino por lo que era capaz de realizar con el balón en las manos para sus compañeros.
De activos de Draft Houston no iba sobrado, pero invirtió dos elecciones de primera ronda provenientes de los Wizards y Pistons para enviarlas al Thunder y elegir a Sengun con el pick 16. Arriesgado por lo desconocido de su perfil y la evidente diferencia entre la liga turca y la NBA, el tiempo parece estar dando la razón a los Rockets, que tienen un auténtico talentazo en sus manos.
A Jokic y Sengun los une algo más que lo más simple y evidente. Sí, los dos son pivotes y sí, ambos vienen de Europa, pero a estos los atraviesa una concepción del juego diferente a lo habitual en su posición, siempre en busca de ejecutar la mejor acción que pueda derivar en una anotación.
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El serbio es ya uno de los mejores pasadores de todos los tiempos. La variedad de ángulos que Jokic es capaz de desplegar en un solo partido sobrepasan con creces a lo que cualquier otro jugador puede aspirar, así como su anticipación a la hora de reaccionar y leer cómo ejecutar un pase, teniendo una clarividencia que lo hace único.
Sin embargo, sus primeros pasos en la NBA no dieron la sensación de terminar desempeñando el rol de point-center al que nos ha acostumbrado en época reciente. La llegada de Michael Malone a los Nuggets y la presencia de Jusuf Nurkic colocaron al de Sombor en una posición adversa, y sin ir más lejos, en sus primeras 3 campañas jugó un 14% como ala pivote. Poco a poco fue ganando terreno, dejando imágenes insólitas en alguien de su estatura y posición hasta el punto de hacer más que evidente que Jokic debía ser el centro del sistema de juego de Denver.
El ejemplo de éxito del Joker está empezando a dar sus frutos, no ya para sí mismo, sino porque ha allanado el camino a otros interiores en disposición de superar los límites y las ideas preconcebidas de su posición, siendo el ejemplo más directo el de Alperen Sengun. Echemos un vistazo a dos ejemplos.
Primero de Jokic.
Y en segundo lugar, de Sengun.
Más allá de la dificultad que entraña realizar una acción de este tipo, lo que los une es la lectura realizada, porque en ambos casos la toma de decisión no puede ser más correcta.
Para llevarlo a cabo, los dos hacen un gesto técnico complicado en apenas unas décimas de segundo. Jokic se anticipa a la ayuda de los Kings para seguir la fluidez de la jugada mientras espera al momento adecuado para conectar con Lauvergne y que este anote.
Mientras, Sengun detecta rápidamente que tiene a tres defensores con él, pero claro, está completamente rodeado, el único hueco desprotegido es la espalda de Freedom, por lo que pasa a House con quien ya hizo contacto visual con un movimiento de élite.
La clave con el pivote turco es que tiene bajo su control las posiciones del resto de sus compañeros y rivales cuando este tiene la bola, una característica propia de las mentes más privilegiadas y perceptibles a ser creadores de juego. Un rendimiento que está pasando desapercibido por el contexto competitivo de los Rockets y que ha dejado acciones brillantes.
En las jugadas en las que va a realizar un pase decisivo, Sengun siempre realiza una mirada general para tener una cierta idea de cuáles son las opciones, toda esa información se almacena en su cabeza para conseguir asistencias así.
O así...
Unas jugadas que recuerdan al primer Jokic, aquel que comenzó a explorar su potencial como pasador dentro de secuencias marcadas y que dejaron highlights como estos:
La predilección de Sengun por aprovechar su posición de ventaja al poste lo está llevando a promediar 2,7 asistencias por partido, un número extremadamente similar al de Jokic como novato (2,4).
Lo que deja claro el gran nivel del turco como creador de juego pese a su inexperiencia es que está produciendo 7,1 puntos en asistencia, el sexto dato más alto entre los rookies, siendo el primer interior en este ránking. De continuar en este ritmo sería el número más alto para un debutante desde que se registran (2013-2014), superior al 5,8 que tuvo el vigente MVP en su curso de debut.
Si hay algo que describe a la perfección al Joker es su capacidad de conectar con sus compañeros en corte, leyendo el momento concreto para llevarlo a cabo según como reaccione la defensa para lograr la anotación. Una acción que hemos visto innumerables ocasiones, pero que desde sus inicios hizo de ella su seña de identidad.
Como un calco de lo que acabó siendo el serbio, Sengun está siguiendo los pasos de Jokic, dejando detalles que unen sus caminos e historias así como mandando un mensaje a los Rockets de que, probablemente, tengan al siguiente gran pivote pasador en su equipo, aunque todavía no lo hayan explotado al máximo.
Los videos no mienten.
Está claro que el efecto del éxito de Jokic está empezando a apreciarse en las nuevas generaciones de jugadores que llegan a la liga. No, la posición de pivote no ha desaparecido con el aumento del triple y de las zonas de juego, simplemente ha entrado en una fase de evolución cuya primera expresión más evidente ha sido el MVP del jugador serbio. Sengun es el primer interior en desembarcar en una liga dominada por el nativo de Sombor, quien está cambiando la forma en la que se entiende este deporte y los roles que se aplican a los jugadores más altos sobre la cancha.
El tiempo pondrá a Sengun en el lugar que merece, pero este inicio de carrera del ex Besiktas está justificando completamente la apuesta realizada por Houston.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.