Aaron Gordon, su defensa sobre Damian Lillard y el ajuste que impulsó el triunfo de Denver Nuggets ante Portland Trail Blazers

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Aaron Gordon, Damian Lillard

"Dame estaba siendo una locura en la primera mitad, parecía que no teníamos respuesta para él. Así que le dije al staff de entrenadores que lo iba a tomar". La frase parece algo cercano al "y me lo tomé personal" que Michael Jordan expresó en The Last Dance, uno de los momentos más recordados (y más disparador de memes) del documental. Pero no, no fue algo personal (de hecho el propio protagonista lo dijo así). Pero sí fue una declaración de principios de Aaron Gordon, una muestra de su capacidad que ya paga el haber ejecutado su traspaso desde Orlando Magic. Porque esa pedido de defender a Damian Lillard en la segunda mitad terminó impulsando la victoria de Denver Nuggets ante Portland Trail Blazers en el Juego 2 (128-109).

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Para empezar a entender el impacto hay que comenzar con la muestra más simple: la enorme diferencia de producción de Dame entre el primer y segundo tiempo. El cambio es significativo.

Damian Lillard en el Juego 2
Situación Puntos TC T3 TL Asistencias
Primer tiempo 32 9-15 8-11 6-6 4
Segundo tiempo 10 2-9 1-5 5-7 6

Y para entender esa diferencia hay que mirar al cambio. Porque ni Facundo Campazzo, Austin Rivers, Michael Porter Jr. o quien se le pusiera adelante en esa primera mitad pudo hacer algo para contener a Lillard. No tanto por una incapacidad individual, sino porque el base estaba en trance, en esos momentos donde no se puede fallar. De hecho, en el segundo cuarto explotó con 22 puntos y 6-8 triples. Pero la diferencia con Gordon fue considerable, no sólo porque lo hizo mejor individualmente, aprovechando su tamaño para ponerle mayor presión, sino porque incluso impidió que tomara el mismo volumen de lanzamientos, lo sacó de sus lugares cómodos y le quitó ritmo.

Aaron Gordon, Damian Lillard

Los defensores de Denver sobre Lillard en el Juego 2
Defensor Minutos Posesiones
Parciales
Puntos Puntos
del equipo
TC T3 TL
Aaron Gordon 3:49 14,37 9 15 2-4 1-2 4-5
Facundo Campazzo 2:31 8,97 9 21 3-4 3-3 0-0
Shaquille Harrison 1:46 7,81 0 11 0-1 0-1 0-0
Monte Morris 1:28 5,54 0 11 0-2 0-1 0-0
Austin Rivers 1:11 5,19 10 8 3-4 2-2 2-2
Michael Porter Jr 0:47 2,75 8 9 2-4 2-3 2-2

"Era algo que hablamos en la semana previa a la serie. Comenzamos con Gordon sobre Powell, Facu con Dame y Austin (Rivers) con CJ (McCollum). Previo al Juego 2 hablamos con el staff sobre probar algo diferente. Facu entrega algo distinto, es más bajo pero se puede meter en el rival. Austin tiene un poco más de tamaño, pero después de ese primer tiempo y sus 32 puntos pensamos que era momento de que lo tomara Aaron Gordon. Una de las razones por las cuales vino aquí es por su versatilidad defensiva. Y él aceptó el desafío, es algo que quería hacer. Y le hizo las cosas difíciles. Lillard es un jugador increíble, lo vimos en la primera mitad. Pero creo que el tamaño de Aaron hizo que fuera más difícil para sacar sus lanzamientos", explicó Malone sobre la modificación.

"Amo esos enfrentamientos, realmente no importa si el rival es un base, un alero o un pivote, estoy aquí para todo. Sé que soy capaz de hacerlo y quería asegurarme de que los entrenadores supieran que podía hacerlo. Les agradezco por tener fe en mí para asumir esa asignación", agregó el ex Orlando. Las diferencias fueron evidentes. Veamos...

Vamos a ese segundo cuarto donde Facu poco pudo hacer. Y no, no pasó por un mal trabajo del cordobés (de hecho los tiros estuvieron bien contestados, salvo uno que salió muy tarde). Pero es que Dame, a veces, es imposible...

El problema, además, pasó por algo que venía de arrastre del Juego 1. En acciones de pick and roll, el grande en cuestión siempre dudó en salir o lo hizo tarde. Y ese espacio, ante alguien como Lillard, es imperdonable. Lo vimos en dos de esos cortes, pero también castigó cuando le tocó a Monte Morris y a un Michael Porter Jr. que quedó pintado ante el tiro del base.

Ahora bien, en el segundo tiempo cambió todo con Gordon. En las primeras posesiones ya quedó claro. Buena movilidad, sin caer en fintas, intensidad y presión... Todo terminó en Dame sin poder crearse espacio y entregando un pase comprometido, para McCollum o Nurkic (triple). Denver puede vivir con esas opciones.

Otra gran muestra de Gordon, por partida doble: primero, aguantando la penetración para llevar a Lillard a un intento de pase forzado que termina saliendo por línea de fondo tras el toque de MPJ. En la reposición, Dame parece encontrar un espacio para un tiro de media distancia, pero AG lo desafía de manera genial, tanto que el base ni tocó aro.

Hay más... Gordon aguantando nuevamente la penetración, forzando un pase a otro jugador (Covington) sin tanta capacidad para resolver. Así, aprovecha un Campazzo ideal para jugar entre líneas de pase. Todo termina en robo y corrida fulminante del argentino.

Pero la buena capacidad de Gordon vino acompañada del ajuste de los Nuggets a la hora de defender el pick and roll, con el grande saliendo muchísimo más (y mejor) sobre Dame. Acá lo hace MPJ (y la acción termina en pérdida sin que Lillard toque el balón).

O en este caso lo hace Morris, quien aguanta la penetración a la perfección y termina con un genial tapón.

En definitiva, hay un gran mérito de un Gordon que aprovechó por completo su chance de lucirse. Pero también hay mucho de lo que repitió Malone: a Lillard no lo va a defender uno solo, sino que dependerá de un trabajo colectivo en donde todas las piezas ejecuten su parte en el plan. Este plan, más allá de la asignación de AG, fue mejor en el segundo tiempo. Y los resultados están a la vista... Veremos si esta tendencia se mantiene rumbo al Juego 3 del jueves.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Leandro Fernández Photo

Editor Jefe de las ediciones en español de The Sporting News.